Tenemos el honor de presentar una obra cuya envergadura no sólo se evidencia por las casi mil páginas que la conforman, sino, más aún, por su título, tres palabras en las que se concentra la inmensidad de una tarea que se sumerge en las profundidades del pasado a la búsqueda del pensamiento perdido. El pensamiento al que el abandono, el olvido, la fragilidad material de los soportes de fijación, la precariedad de las instituciones de conservación y transmisión del saber, la polilla, el fuego y la lluvia, confinaron a una existencia fragmentaria, mutilada, incompleta y truncada. Se trata de una recopilación de los fragmentos de aquellos pensadores en los que la cultura occidental, gracias a una mezcla del afán historicista hegeliano con el anhelo romántico por la aurora del saber, gracias a una alianza entre la ciencia histórica de Eduard Zeller y Hermann Diels y la crítica nietzscheana del método histórico,2 ha creído reconocer sus raíces primordiales y sus míticos antepasados filosóficos. “Presocráticos”3 no es una denominación utilizada por los autores de la Saviesa grega arcaica, debido a que lleva en sí misma una serie de presupuestos que acaban por fijar una concepción de la historia del pensamiento abstracta, exageradamente evolucionista y, lo que es peor aún, anti-histórica. Pòrtulas y Grau han elaborado un volumen que no sólo ofrece una traducción rigurosa, precisa y confiable de una cantidad considerable de textos antiguos que, hasta el día de hoy, no se podían leer en catalán (ni tampoco en español), sino que, además, han logrado configurar un nuevo modelo inteligente y eficaz para la edición de unos materiales cuyas dificultades y problemas se multiplican con insistencia y reiteración. Los autores no se limitaron a reproducir el esquema más o menos imperante en las ediciones de los textos presocráticos, esquema que no ha podido más que tener como paradigma los Vorsokratiker de Hermann Diels, sino que han ideado una nueva manera de organizar los textos, superando así algunas de las deficiencias de la edición de Diels (entre ellas, por ejemplo, la distinción entre testimonios, fragmentos4 e imitaciones o la obsesión por rescatar los ipsissima verba)5 y actualizando aquello en que se ha quedado obsoleta.6 De esta manera, basándose en las ediciones más autorizadas y recientes de cada uno de los autores,7 la Saviesa grega arcaica constituye una de las compilaciones más actualizadas y modernas de los textos “presocráticos”. Jaume Pòrtulas, catedrático de Filología Griega de la Universidad de Barcelona, y Sergi Grau, doctor en filología griega y estudioso del pensamiento griego antiguo, han privilegiado la exposición de las fuentes a partir de las cuales se extraen los fragmentos, de tal forma que al lector le es posible hacerse una idea bastante clara de los diferentes contextos en los que emergen las palabras de los sabios arcaicos. Síntoma de esto es que la numeración (que llega a las 1462 unidades textuales) no se ha hecho tomando como base los fragmentos, sino los textos de los autores que los citan. La selección de autores y tradiciones que han entrado en este compendio8 se ha hecho tomando como propósito central el desmantelamiento de la construcción ideológica según la cual la emergencia de la filosofía se puede describir como el paso del mythos al lógos;9 la Saviesa grega arcaica evidencia las formas de articulación e interacción de ambos erigiendo así una imagen de los sabios griegos profundamente anclada al mundo religioso que los precedió y radicalmente disociada del pensamiento que sobrevino después. En este sentido, el límite cronológico que se ha fijado ha sido las Guerras Médicas y la atención está focalizada sobre todo en el siglo VI a. C.
El libro está compuesto por una introducción en la que se explicitan las premisas de las que los autores partieron, se hace una pequeña historia sobre los estudios presocráticos hasta Hermann Diels, se habla sobre los intentos infructuosos de traducción de los presocráticos al catalán y se explica el sistema de referencias que será empleado.10 A continuación se encuentran los textos, organizados en tres capítulos (“Cosmogonías míticas”, “Sabios arcaicos” y “Cosmogonías arcaizantes”) en los que están insertos los diferentes autores, cada uno de los cuales introducido por una presentación de suma utilidad. Los textos están organizados siguiendo criterios que varían de un autor a otro.11 Hacia el final el lector encontrará un catálogo de los autores antiguos en el que se da una breve noticia de cada uno de ellos, seguido de una tabla de concordancias en las que se hallan las equivalencias entre la numeración de este volumen y las numeraciones de otras ediciones.
Esperamos, pues, para el mundo de habla hispana, la traducción de este libro en el que estudiosos de historia de la filosofía, especialistas de literatura y religión griegas y aficionados a la cultura griega en general encontrarán un vademecum indispensable y académicamente impecable con la ayuda del cual podrán, quizá, apropiarse de las palabras del viejo Heráclito: οὐϰ ἐµοῦ, ἀλλὰ τοῦ λόγου ἀϰούσαντας ὁµολογεῖν σοφόν ἐστιν ἓν πάντα εἶναι.