Publicado 2020-12-01
Reseñas
Bohdziewicz, Olga Soledad. 2020. «Antoni Biosca Bas (ed.), Alfonsi Bonihominis Opera Omnia, Turnhout: Brepols, 2020, 304 Pp. (Corpus Christianorum Continuatio Mediaevalis, 295), ISBN 978-2-503-58372-3». Medievalia 52 (2):179-82. https://revistas-filologicas.unam.mx/medievalia/index.php/mv/article/view/401.
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Un nuevo volumen consagrado a un autor español medieval se suma a la serie latina medieval del Corpus Christianorum. Su editor, Antoni Biosca Bas, que en 2015 dio a conocer en esta misma colección la obra completa de Pere Marsili, presenta ahora la edición crítica de la del dominico de origen gallego Alfonso Buenhombre.
Conocido muy especialmente a través de su Epistola Samuelis, de cuya popularidad dan cuenta centenares de manuscritos e impresos tempranos además de su traducción a varias lenguas, el corpus de este autor se completa con obras de diversa naturaleza como la Historia Ioseph, la Disputatio Abutalib, la Legenda sancti Antonii y el Tractatus contra malos medicos, a los que se suman otros dos textos más breves que forman parte de la transmisión de la célebre epístola, la Additio Islamica y la respuesta de Isaac, esta última, en lengua catalana.
Según explica Biosca Bas en la introducción, poco se conoce acerca de Alfonso Buenhombre, obispo de Marruecos, cuya muerte se situaría en 1353, año del nombramiento de su sucesor en el cargo, Esteban de Felino. Los demás datos sobre su vida se desprenden fundamentalmente a partir de referencias dispersas en su obra, como su cautiverio en la cárcel del sultán de Egipto, que surge de su Historia Ioseph, una traducción de la versión árabe de este apócrifo veterotestamentario datable en 1336. El hecho de que en esta composición Buenhombre deliberadamente omitiera pasajes bíblicos dio lugar a una intrincada transmisión, ya que en muchas copias el editor observa interpolaciones a partir de la Vulgata que llevaron a sintetizar o incluso eliminar parte del texto redactado por el dominico. La Historia Ioseph se ha transmitido a través de 12 manuscritos que se agrupan en tres ramas distintas que se remontan a un mismo arquetipo. De la tercera rama, portadora de la versión más breve, derivan a su vez dos subarquetipos. Todas estas relaciones entre los testimonios son debidamente fundamentadas con análisis textuales y plasmadas a través de un stemma codicum.
Por la dedicatoria que antecede a la Epistola Samuelis se sabe que en 1339 el autor se hallaba en París. En esta obra de polémica religiosa de extraordinaria repercusión, a la que Buenhombre presenta como una traducción del árabe, se plantea una serie de preguntas del rabino Samuel de Fez dirigidas a otro rabino, Isaac de Siyilmasa. Que se trata de una falsa traducción resulta evidente, como apunta el editor, por el hecho de que la argumentación antijudía está basada en autores cristianos latinos, a la que con posterioridad se le sumaría una Additio Islamica, algo usual en los escritos polémicos contemporáneos. Para la edición de este texto que por su tan numerosa cantidad de testimonios ha de resignar la colación de todos ellos, Biosca Bas seleccionará treinta y seis manuscritos, entre los que se incluyen la mayor parte de los antiquiores. A la dificultad más evidente, el elevado número de testimonios, se suman otros aspectos problemáticos que son la existencia de versiones de extensión variable y las divergencias en la división en capítulos. El editor establece, atendiendo a ello, tres grupos de manuscritos: el que transmite sólo el texto antijudaico, el que contiene la adición antiislámica y, por último, presentando un número inferior de testimonios, todos ellos españoles, el que trae, además del comentario contra el Islam, la respuesta de Isaac. Según concluye el editor, la existencia del segundo grupo es el reflejo de una instancia de redacción posterior, en la que se introduce un añadido, la Additio Islamica, que coincide con el cuarto capítulo de la Disputatio Abutalib. Esta adición, por ser parte de la transmisión de la epístola, atribuible al propio Buenhombre, es editada de manera separada entre los Incerta et alia y, una vez más, ello se realiza necesariamente sobre la base de una selección de manuscritos. La sección de los escritos dudosos incluye además el texto más probablemente espurio de la “Respuesta catalana de Isaac”, del cual se desconoce si acaso ha tenido una versión latina. Este opúsculo, editado en 1985 por Josep Hernando i Delgado, cuenta en la edición de Biosca Bas con dos nuevos testimonios. Se conocen además entre las versiones posteriores de este texto una castellana y otra alemana que, dado el carácter derivativo de ambas, no se incluyen en el volumen.
Compuesta en París, la Disputatio Abutalib, otra presunta traducción del árabe pero que abreva en fuentes latinas como las obras de Lucas de Tuy y Rodrigo Jiménez de Rada. Como su nombre lo indica, este texto presenta la forma de una discusión entre un judío y un musulmán, en la que Buenhombre emplea como estrategia que uno y otro oponente acudan a las escrituras de sus religiones en una confrontación conducente a una victoria del cristianismo sobre ambas. Esta obra cuenta con una edición crítica realizada por el propio Biosca en el marco de su tesis doctoral y otra de Santiago García-Jalón de la Lama y Klaus Reinhardt, cuyas lecturas se incorporan en el aparato crítico, sumando además un testimonio desconocido por estos editores. Según demuestra Biosca Bas, de los nueve manuscritos a partir de los cuales se ha transmitido esta obra, dos, el Complutensis y el Matritensis, dependen directamente del arquetipo, mientras que los restantes pueden agruparse en una misma familia.
La única obra hagiográfica del autor, la Legenda de sancti Antonii nos proporciona en su incipit el año 1341, momento en el que Buenhombre declara hallarse entre los monjes egipcios de la ciudad de Famagusta en Chipre. Este texto, a diferencia de los anteriores, es efectivamente una traducción, aunque su relación con las versiones árabes no ha podido establecerse de manera definitiva. A los manuscritos incluidos en edición de los bolandistas realizada por François Halkin en 1942 y los indicados por Thomas Kaeppeli en Scriptores Ordinis Praedicatorum Medii Aevi, Biosca suma otros tres manuscritos que ha podido localizar. En el texto se enhebran ocho relatos sin mayor cohesión narrativa que la presencia del santo, razón en la que posiblemente subyace la falta de algunos de ellos en determinados manuscritos, de los cuales los identificados con las siglas C y P (Munich, Bayerische Staatsbibliothek, ms. Clm. 5681 y Paderborn, ms. Hux. 11ª, respectivamente) son los más completos -aunque P carece del prólogo y a C le falta la última narración- y pertenecen a una misma rama, la más numerosa en cuanto al número de testimonios. La tradición, según señala Biosca Bas, se divide en otras dos ramas, una de las cuales parece aportar una versión resumida de la legenda.
Al siguiente año, en 1342, compuso Buenhombre su Tractatus contra malos medicos, una obra de medicina, cuya fuente no se conoce a ciencia cierta, aunque se presume que efectivamente pudo basarse en un texto árabe. La obra se ha transmitido a través de un único manuscrito que se conserva en la Biblioteca Ambrosiana de Milán. En el siglo xvi, el médico Giovanni Elisio de la ciudad de Nápoles la reescribiría adaptándola más a los gustos del latín humanista y dando a Buenhombre por autor de la versión árabe.
Este volumen constituye, en suma, un valioso aporte para el estudio de las letras latinas de la España medieval, ya que presenta el corpus completo del autor, con dos hasta ahora obras totalmente inéditas, la Historia Ioseph y el Tractatus contra malos medicos, y en los demás casos viene a reemplazar las ediciones precedentes al presentar un estudio sistemático y actualizado de sus tradiciones manuscritas. El corpus, con su diversidad temática, y una tradición textual que va desde una silva enmarañada e inabarcable de testimonios hasta la problemática propia del codex unicus, plantea desafíos que el editor ha podido afrontar con gran solvencia y honestidad, brindando una propuesta bien fundada con elementos de juicio para que el lector pueda considerar las vicisitudes de su compleja transmisión.