Resumen
En tanto florecen en la Argentina, con cierta lentitud, los estudios interdisciplinares acerca de la historia de la imprenta, las librerías y las casas editoras, la historia de los correctores ha quedado totalmente al margen. Con este trabajo pretendemos apenas comenzar a cubrir este vacío, a través de los pocos datos que se filtran en las distintas obras referidas al pasado editorial y de la bibliografía de las últimas décadas. Excluidos del primer estatuto de la Sociedad Tipográfica Bonaerense, creada en 1857, solo a partir de las modificaciones de los años 1862 a 1903 los correctores fueron incorporados como socios, entre otros miembros de oficios no pertenecientes a la rama tipográfica, como grabadores y encuadernadores. A lo largo del siglo xx, el rol del corrector continuó desdibujado, ya que sus tareas solían ser atribuidas al editor (Buonocuore, 1974).Métricas
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