La historia de la ‘serpiente-petate’, es de la tradición oral mixe de Ayutla, y diferentes versiones fueron recopiladas por el autor Rodrigo Romero en 2005. Se trata de una joven que se deja llevar y criada por las ‘serpientes-alfombrilla’. El texto que aquí se presenta fue contado por Irene Galván y transcrito por Romero en colaboración con Adelaida Avelino Galván y Amalia Ramírez Antonio. El autor explica que la variante Ayutla ha sido clasificada como perteneciente al área dialectal mixe del altiplano sur, aunque señala que es posible que deba clasificarse como una lengua mixea separada. Luego proporciona una breve descripción de la fonología, incluidas las correspondencias entre los símbolos lingüísticos y el alfabeto práctico, y de la morfología flexiva básica. Romero también proporciona al lector un análisis morfológico en español y traducciones del texto tanto al español como al inglés.
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Romero Méndez, R. (2011). La serpiente-petate. Tlalocan, 16. https://doi.org/10.19130/iifl.tlalocan.2009.201
El texto que aquí presento fue narrado por Irene Galván Morales en el otoño de 2005 durante una de mis largas estancias de trabajo de campo en San Pedro y San Pablo Ayutla Mixes, Oaxaca.1 Fue narrado en mixe, en la variedad de Ayutla, lengua de la rama mixe de la familia mixe-zoque hablada en esta parte del estado de Oaxaca. La transcripción fue hecha por Rodrigo Romero Méndez en colaboración con Adelaida Avelino Galván y Amalia Ramírez Antonio.2
La narración es parte de la tradición oral de Ayutla, por lo que, si bien esta versión corresponde a la forma en que doña Irene Galván la contó, uno puede decir que su autoría no es individual sino comunitaria. En efecto, el tipo de conocimiento que representa una narración tradicional es muy similar a otro tipo de conocimiento comunitario tradicional, pues se transmite de generación en generación y cada individuo le impone alguna característica personal. Sin embargo, sería falso señalar a una u otra persona como autores de tal conocimiento, pues en realidad es el resultado del conocimiento que han aportado muchas personas.
El presente artículo está pensado para un público muy diverso. En principio, podría ser leído por especialistas en lenguas mixe-zoques, lingüistas en general e, idealmente, también por miembros de la comunidad mixe interesados en leer narraciones escritas en mixe. Llegar a un público tan diverso no es una tarea fácil. Por ello, se pretende que el texto tenga varias posibles lecturas, como se explicará a continuación. La primera sección describe informalmente la ubicación del mixe de Ayutla en el contexto de otras lenguas mixes y su estatus como sistema lingüístico independiente; va dirigido a todo público. La siguiente sección, la más técnica de todas, está dirigida fundamentalmente a otros lingüistas. Ahí se analizan las principales características tipológicas del mixe, muchas de las cuales podrán ser observadas en el análisis morfológico del texto. Previo a la narración se explica el formato en que se presenta el texto, de modo que se recomienda a todos los lectores. Por último está la narración, que obviamente es la parte más importante del artículo. Aquí, además de la narración propiamente dicha y su traducción al español y al inglés, se proporciona el análisis morfológico del texto. La narración en mixe y las traducciones son de interés general y el análisis morfológico, de lingüistas.
El mixe de Ayutla en el contexto de otras lenguas mixes
Como se mencionó en la introducción, el mixe de Ayutla es una lengua que pertenece a la rama mixe de la familia mixe-zoque. De acuerdo con la clasificación de Wichmann (1995), el mixe de Ayutla es un dialecto del mixe alto sureño. Otros dialectos de este mixe serían los hablados en los municipios de Tlahuitoltepec, Tamazulapam, Tepuxtepec, Tepantlali y Mixistlán. Si bien es cierto que estos mixes comparten más características entre sí que, digamos, con el mixe de Totontepec (en la región alta) o de San Lucas Camotlán (en la región media), considero que su clasificación como una sola lengua es todavía materia de debate. Existen dos factores para ello. En primer lugar, cada comunidad3 (que no necesariamente corresponde con un municipio, aunque sí en el caso de Ayutla) tiene su propia norma (sea dialectal o de lengua), que no es compartida con otras comunidades, por más que sean sumamente parecidas. En segundo lugar, podríamos considerar que en la zona mixe existe un continuo dialectal, de forma que la división de los dialectos en un número dado de lenguas puede resultar un tanto arbitrario.
Algunas características relevantes del mixe de Ayutla
Tipológicamente hablando, el mixe de Ayutla es una lengua polisintética con marcación en el núcleo y un sistema de alineamiento inverso. También como otras lenguas de la familia, el verbo presenta cierta complejidad morfológica, lo cual contrasta con otras clases de palabras. En particular, existen diversas posiciones para afijos, incluyendo dos causativos, varios tipos de morfemas locativos y varios morfemas pseudo-aplicativos que, en muchas ocasiones, aumentan la valencia del verbo.4 Además, se permiten distintas raíces léxicas en el verbo pues existe serialización nuclear e incorporación nominal (e incluso de no nominales).
Ya que en este breve espacio no es posible dar cuenta ni siquiera someramente de algunas de las características más importantes del mixe, me centraré aquí en tres aspectos que pueden ser de utilidad para quien tenga interés en el análisis lingüístico del mixe: el inventario de fonemas, los prefijos de persona y los sufijos de aspecto-modo en el verbo. Al abordar estos dos últimos temas, será necesario discutir brevemente la dependencia flexiva y el sistema de alineamiento inverso. Para una descripción más extensa de la lengua, véase Romero Méndez (2008a).
El mixe de Ayutla tiene 12 consonantes, como se muestra en el cuadro 1. La grafía usada en el alfabeto mixe aparece entre paréntesis.
Cuadro 1:
Consonantes en el mixe de Ayutla
Bilabial
Alveolar
Retrofleja
Velar
Glotal
Oclusivas
p (p)
t (t)
k (k)
ʔ (’)
Fricativas
s (s)
ʂ (x)
h (j)
Africadas
ʦ (ts)
Nasal
m (m)
n (n)
Aproximantes
j (y)
w (w)
Como puede observarse, hay cuatro consonantes oclusivas, tres fricativas y una africada. La oclusiva glotal, sin embargo, se comporta muy distinto de las otras consonantes pues nada más aparece en ataque, nunca en coda, y no participa de otros procesos fonológicos. En cuanto a las fricativas, la alveolar es un sonido marginal en la lengua. La retrofleja /ʂ/ evolucionó históricamente de /s/, pero este último sonido se encuentra en unos pocos morfemas, algunos de los cuales pueden ser altamente productivos. Al igual que en otras lenguas de la familia, no existe contraste entre consonantes sordas y sonoras, aunque todas las obstruyentes tienen un alófono sonoro (excepto por las glotales). Todas las consonantes, además, tienen un alófono débil (o lenis) cuando es precedido por una vocal larga, sea plena o glotalizada, como se explica abajo.
Uno de los procesos fonológicos más perceptibles es la palatalización de todas las consonantes ante una aproximante palatal /j/. En muchas palabras, esto se manifiesta fonéticamente como articulación secundaria, con o sin la presencia de una transición palatal. En otras consonantes, particularmente en las bilabiales y en la oclusiva glotal, no hay articulación secundaria sino simplemente una transición palatal.
En cuanto a las vocales, el mixe de Ayutla cuenta con siete timbres básicos, organizados fonológicamente como se presenta en el cuadro 2. Ahí, además de la altura, uno de los parámetros importantes es si la vocal es anterior o no, y no tanto si es anterior, central y posterior. Eso se ve en que en algunos procesos fonológicos tanto /ɨ/ como /u/ se comportan de forma similar, incluso si la realización de /ɨ/ es fundamentalmente central.
Por otra parte, sin embargo, existe un proceso, quizá de tipo diacrónico, de neutralización de /a/ y /ɨ/ en que ambas parecerían funcionar como centrales.
Cuadro 2:
Los siete timbres en el mixe de Ayutla.
Anterior
No anterior
Alto
i (i)
ɨ (ë) u (u)
Medio
e (e)
ɤ (o)
Bajo
a (a)
ʌ (ä)
Además de tener un contraste entre siete timbres vocálicos, el mixe de Ayutla (al igual que otras lengas mixes) presenta núcleos silábicos complejos con una glotalización o con una aspiración (los cuales fonológicamente corresponden con /ʔ/y/h/).
Sumado a esto, la longitud vocálica es otro factor por considerar, de forma que las vocales pueden ser cortas o largas. Con estos parámetros en juego, existen siete tipos de núcleos, a saber: corto (1a), corto glotalizado (1b), corto aspirado (1c), largo (1d), rearticulado (1e), largo aspirado (1f) y aspirado rearticulado (1g).
Uno de los fenómenos más notables en las vocales es la metafonía en presencia de una aproximante palatal. Así pues, todas las vocales anteriores se realizan con un grado más cerrado de apretura y las no anteriores se anteriorizan, como se ejemplifica en (2). Este proceso ha operado de forma histórica como un cambio en el lugar de articulación y en el estado actual del mixe de Ayutla quizá podría describirse como un proceso de recategorización más que de neutralización de vocales.
2.
a)
/u/
/t+tun-j/ 3A-hacer-DEP
[tiɲj̥]
‘(él/ella) hace/trabaja’
b)
/e/
/t+ʔeʂ-j/ 3A-ver-DEP
[θʔiʃ]
‘(él/ella) ve’
c)
/ɨ/
/j+kɨn+j/ 3S-caerse-DEP
[kjiɲj̥]
‘se caen’
d)
/ɤ/
/t+tɤn+j/ 3A-tocar-DEP
[teɲj̥]
‘lo tocan’
e)
/a/
/t+han+j/ 3A-arrancar-DEP
[θheɲj̥]
‘lo arranca’
f)
/ʌ/
/t+hʌt+j/ 3A-saber.hacer-DEP
[θhatʲj̥]
‘sabe (cómo hacerlo)’
En cuanto a la morfología verbal, lo más importante de entender es quizá la morfología flexiva, que incluye los prefijos de persona y los sufijos de aspecto modo. Antes de tratar esto, sin embargo, es necesario hablar de la dependencia flexiva en mixe, pues ésta se refleja justamente en la existencia de dos paradigmas flexivos para cada una de estas dos categorías.
En las lenguas de la familia existen dos clases de conjugación, a una la llamaremos independiente y a la otra, dependiente. Empecemos por indicar los contextos en los que se usa la conjugación dependiente. Ésta aparece cuando existe un elemento no argumental antes del verbo, por ejemplo, una partícula temporal o aspectual, un adverbio locativo o un constituyente no argumental. Por el contrario, la conjugación es independiente cuando no existe ninguno de estos elementos en el verbo. Este contraste se presenta en (3).
3.
a)
Independiente
Karlos yäjkts kyaapy
Karlos
yäjkts
y-kay-yp
Carlos
memelas
3A-comer-INDEP;TR
Carlos come memelas.
b)
Dependiente
Xem Karlos yäjkts tkay
xem
Karlos
yäjkts
t-kay-y
DEIC.M
Carlos
memelas
3A-comer-DEP
Carlos come memelas ahí.
Nótese que la dependencia flexiva del mixe no tiene nada que ver con la noción de dependencia estructural (véase, por ejemplo, Cristofaro, 2003), pues el verbo de una oración matriz puede estar conjugado como dependiente, como en (4a), en tanto que el verbo de una oración subordinada puede estar conjugado como independiente, como en (4b).
4.
a)
Tu’uk neky ojts tjä’äyy.
tu’uk
neky
ojts
t-jä’äy-y
uno
papel
PRET
3A-escribir-DEP
Él escribió una carta.
b)
Ka’ts najäw pen memp Pedro.
Ka’t=ëjts
n-najäw
pen
mem-p
Pedro
NEG=1SG
1A-saber[INC.DEP]
si
[3S]venir-INDEP
Pedro
No sé si Pedro viene.
Después de abordar la dependencia flexiva, es posible presentar los paradigmas de persona y aspecto modo. En el mixe, únicamente puede marcarse un participante en el verbo. En el caso de un verbo intransitivo, se marca al único participante (S). En verbos monotransitivos o bitransitivos es necesario escoger entre el sujeto transitivo (A) y el objeto (O). Los prefijos de persona aparecen en el cuadro 3.
Cuadro 3:
Prefijos personales
Persona
Intransitivo
Transitivo
S marcado
A marcado (directo)
O marcado (inverso)
Flexión independiente
1
Ø-
n-
1>2, 1>3
x -
2>1, 3>1
2
m-
m-
2>3
m-
3>2
3
Ø-
y-
3>3’
Ø-
3’>3
Flexión dependiente
1
n-
n-
1>2, 1>3
x-
2>1, 3>1
2
m-
x-
2>3
m-
3>2
3
y-
t-
3>3’
y-
3’>3
La elección entre A y O en una oración transitiva depende de si el alineamiento es directo, en cuyo caso se marca A, o inverso, en cuyo caso se marca O. Como puede observarse, el sistema de prefijos personales interactúa con el sistema de alineamiento inverso. Existe alineación directa si A es el participante más alto en la escala de animalidad que se presenta en (5). Por el contrario, la alineación será inversa si O es el participante más alto en dicha escala.
5.
1ª persona >
2ª persona >
3ª persona
humano > animado > inanimado
más topical > menos topical
Así pues, en (6a) un humano está actuando sobre un animado, de forma que A es más alto en la escala de animacidad que O y la alineación es directa. Por el contrario, en (6b) el perro está viendo al humano, por lo que O es más alto que A en la escala de animacidad y la alineación es inversa.
Debe hacerse notar que en (6b), que tiene marcación inversa, ésta es expresada por medio del prefijo personal, como se había venido discutiendo, pero también por medio del sufijo -ë, que especialmente marca la alineación inversa. Sin embargo, en algunos casos la inversión nada más es marcada por medio del prefijo personal sin que exista un sufijo inverso. Esto sucede con algunos sufijos de aspecto-modo, como el dependiente singular, y cuando O es una primera persona, independientemente del aspecto-modo en que se encuentre el verbo, como se ejemplifica en (7).
7.
Ojts yë täjk xwepy.
ojts
yë’ë
täjk
x-wop-y
PRET
DEM.M
topil
1O-apalear-DEP
El topil me pegó (con un palo).
La discusión anterior nos lleva de forma natural a la marcación de aspecto-modo
en el verbo. Los sufijos de aspecto-modo se presentan en el cuadro 4. Como se mencionó anteriormente, la dependencia flexiva es un factor que también afecta la marcación de aspecto-modo.
Cuadro 4:
Marcación de aspecto-modo
Dependencia
Independiente
Dependiente
Aspecto-modo
Neutral
-p (intransitivo)
-y (singular)
-yp (transitivo)
-t (plural)
Completivo
√-Ø
√-(y)
Irrealis
-p
-t
Según puede verse, existe un contraste entre aspecto-modo neutral, completivo e irrealis. En modo neutral independiente, además, existe una marcación diferente para verbos transitivos e intransitivos. El modo-aspecto neutral, como su nombre lo indica, es neutral con respecto a distinciones de aspecto de punto de vista (Smith, 1991), y es el mismo aspecto-modo que en otras lenguas mixe-zoques es llamado incompletivo.6 El aspecto completivo tiene un aspecto de punto de vista perfectivo. Resulta peculiar, sin embargo, porque no está marcado propiamente por un sufijo, sino por un cambio en la última sílaba del radical, lo cual es indicado como √ en el cuadro 4. Finalmente tenemos el modo irrealis. Como se advierte, los sufijos de neutral independiente y el irrealis independiente son formalmente idénticos, pero se diferencia en que ambos desencadenan una apofonía distinta en la última sílaba del radical (Romero, 2008b).
La presentación del texto
La narración se presenta en el siguiente formato: el texto en mixe en la primera línea, el análisis en morfemas en la segunda, la glosa de los morfemas en la tercera, la traducción libre en español, en la cuarta, y la traducción libre al inglés en la quinta línea, lo cual puede observarse en el siguiente ejemplo (8).
8.
Ta ojtsa’ taknëjkxn jajp nëetpy.
taa
ojts=ja’a
t-ak-nëjkx-n
jajp
nëëj-ot-py
DEIC.M
PRET=DEM.D
3A-CAUS-ir-PERF;DEP
DEIC.D
agua-DENTRO-LOC
Entonces se la llevó al agua.
Then it took it into the water. 1873.
En la primera línea aparece el texto en mixe, tal cual fue relatado por la señora. La única edición que se realizó fue la eliminación de falsos inicios si estos no constituían una palabra completa. Por el contrario, todas las demás formas de vacilación se conservaron. Otro de los cambios realizados con respecto de la forma oral del texto fue la normalización de algunas variaciones al escribirlo en el alfabeto mixe. Sin embargo, la normalización nada más fue con respecto de algunos cambios no sistemáticos en la pronunciación. Por ejemplo, en algunos casos la narradora pronunció /ë/ por /u/, de modo que en el texto nada más se presenta la última forma. Cuando los cambios fueron sistemáticos, se usó la forma en que lo pronunciaba la narradora, ya que dichos cambios no deberían ser considerados errores de habla sino más bien variaciones dialectales. Así pues, como en este caso el afán no es favorecer una variedad dialectal sobre la otra, es preferible conservar el habla propia de cada persona.
La segunda línea contiene el análisis morfológico de las oraciones. En la tercera línea se presentan las glosas de los morfemas. Al leer las glosas, debe tenerse en cuenta que éstas simplemente proveen una etiqueta para identificar grosso modo el significado del morfema, pero éstas no proveen realmente el significado de cada morfema, en estricto sentido. Esto se debe en parte a que no hay espacio para escribir una glosa que reflejara un análisis semántico más detallado. Dicho análisis forma parte de otro tipo de trabajo, que se vería reflejado más bien en un diccionario. Además, las glosas presentadas siguen en gran medida las Reglas de glosado de Leipzig,7 al menos en cuanto a la “sintaxis” se refiere, pero no necesariamente sigo las abreviaturas allí sugeridas. La lista completa de abreviaturas se puede consultar al final de este artículo.8