Estos textos zapotecos son del Colectivo Literario Quiavini. En su introducción, Mario Chávez y Román López describen la historia y el trabajo del Colectivo que, entre otras tareas, ha asumido la de registrar las tradiciones orales de Quiavini al mismo tiempo que los autores como grupo se dedican a crear una nueva tradición literaria. en zapoteca. Los textos incluidos en este volumen son representativos de las principales características del sentir del grupo, que incluyen en palabras de los autores, el valor del zapoteca como expresión literaria, el amor por la naturaleza, el ciclo de la vida, así como el entorno social y Problemas sentimentales encontrados en la comunidad. Se titulan “Gyub” (“Aurora”)'Amanecer', “Te wizh” (“El atardecer”) 'Crepúsculo o atardecer', “Wxiny zhyab” (“Noche de tempestad”) 'Noche de tormenta', “Yrata zhi rnalaza liu” (“Siempre te recuerdo”) y “Bisy ni cayuny ra many gyitseiny” (“La alerta de los grillos”).
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Chávez Peón, M. E., & López Reyes, R. (2011). Zidgyni zyala rnalaza liu ’Vengo de la luz del amanecer, recordándote’. Cuatro poemas y un cuento del zapoteco del Valle. Tlalocan, 16. https://doi.org/10.19130/iifl.tlalocan.2009.199
Colectivo Literario Quiaviní, de San Lucas Quiaviní, Tlacolula, Oaxaca
Introducción
Las lenguas zapotecas se enfrentan, como todas las lenguas indígenas en México, al reto cultural y lingüístico de ser desplazadas por el español y el inglés. En este contexto, el Colectivo Literario Quiaviní (CLQ) es un proyecto lingüístico-literario cuyo objetivo es contribuir a la documentación y revitalización del zapoteco del Valle de Oaxaca, en particular del zapoteco hablado en el pueblo de San Lucas Quiaviní, municipio de Tlacolula. El Colectivo tiene la tarea de crear literatura en zapoteco: poemas, leyendas y fábulas; así como de recolectar las tradiciones del lugar: el traje típico, las prácticas curativas, el trato familiar; todo con el compromiso de preservar “el idioma de nuestros abuelos”. Para este volumen presentamos una selección de textos: cuatro poemas y un cuento.
Primero hablamos de los orígenes y el desarrollo del CLQ, y hacemos mención de los integrantes y colaboradores de este grupo literario. A continuación explicamos brevemente el proceso creativo que seguimos y damos una pequeña introducción a los poemas y al cuento. Finalmente, se hacen algunos apuntes con respecto a la ortografía utilizada y a la sección del análisis lingüístico, donde se presentan los textos con cortes morfológicos y glosas.
El Colectivo Literario Quiaviní tiene su origen en la Telesecundaria de la comunidad de San Lucas Quiaviní, donde el profesor Román Reyes López ha motivado a sus alumnos a escribir en su lengua materna. Con base en distintas actividades, a manera de taller literario, este grupo ha recopilado un valioso material que responde no sólo a la necesidad de expresión de los alumnos, sino también a su situación social y cultural. Asimismo, el diccionario del zapoteco de San Lucas Quiaviní de Pamela Munro, Felipe H. López y colaboradores (1999) ha sido fundamental desde el inicio de este proyecto. Además de ser una fuente de referencia constante, la ortografía de esta obra se utilizó en las primeras etapas del CLQ.
El CLQ forma parte de la Nueva Palabra, como ha llamado Miguel León-Portilla (2006) a la literatura indígena contemporánea, y sienta el precedente de una iniciativa que podría incorporarse en otras localidades indígenas a través del sistema educativo (nivel básico, medio y medio superior). Los principales atractivos del proyecto son la participación directa de hablantes nativos y el acervo lingüísticocultural de un idioma indígena.
Con el paso del tiempo, el CLQ ha encontrado el apoyo de otras personas: Mario
E. Chávez Peón ha colaborado desde 2007 como asesor literario y lingüístico, y propuso la participación del CLQ en el Coloquio María Teresa Fernández de Miranda, congreso sobre las lenguas otomangues y oaxaqueñas, en el mes de abril de 2008. El interés del grupo por participar en este coloquio fue dar a conocer el proyecto y discutirlo con especialistas de la rama lingüística otomangue, a la que las lenguas zapotecas pertenecen, así como mostrar algunos trabajos, ediciones bilingües zapoteco-español, y compartir los retos a los que nos hemos enfrentado, como es el hecho, por ejemplo, de adoptar un sistema ortográfico en una comunidad de tradición primordialmente oral. Gracias a esta participación, el CLQ ha recibido apoyo para desarrollarse en diferentes instancias, en particular, la invitación por parte de la doctora Karen Dakin y el maestro Francisco Arellanes a participar en el presente número de Tlalocan.
Con diferentes proyectos en puerta, el CLQ ha incorporado la valiosa presencia de la doctora Pamela Munro y el doctor Felipe H. López. A ellos debemos el análisis lingüístico (cortes morfológicos y glosas), así como buena parte de la revisión ortográfica de los textos aquí presentados. Agradecemos especialmente la dedicación y seguimiento por parte de la doctora Pamela Munro.
El CLQ también ha contado con la ayuda de varias personas en distintos ámbitos. Jena Barchas Lichtenstein, durante agosto del 2008, trabajó con los estudiantes de la secundaria en la enseñanza de la ortografía del zapoteco y la escritura de algunos textos. Francisco López ha ayudado en la revisión del contenido de algunos poemas. Los académicos Gabriela Pérez Báez y José Antonio Flores Farfán también han mostrado su interés en el trabajo de este grupo, y actualmente su apoyo se refleja en proyectos del CLQ. Paola Quintanar Zárate ha colaborado con asesoría literaria y de redacción, así como con el diseño de la presentación de los textos. Finalmente, Ángel ha ayudado constantemente al grupo en el aspecto técnico y computacional.
El CLQ se nutre constantemente con nuevos talentos, nuevos estudiantes que han encontrado en este proyecto un medio de expresión valioso para su cultura. A continuación enlistamos los nombres de todos los que conforman el CLQ, cada una merece crédito por los trabajos que aquí presentamos.
FUNDADOR Y COORDINADOR: Román López Reyes.
INTEGRANTES: Ana Mayra Curiel García, Carolina Morales Hernández, Cosme López López, Cristina Hernández Morales, Dominga Curiel López, Gerardo Morales Curiel, Gloria Hernández Hernández, Heladio Martínez García, Adrián Curiel García, Irma Araceli Martínez Matías, Irma Yolanda García Martínez, Julio César García Valeriano, Lorenzo Martínez Hernández, Lucio López Santos, Luz María Núñez Curiel, Mayra Isabel López Hernández, Rosa Alba López Martínez y Rosa López Hernández.
ASESORÍA LINGÜÍSTICA Y LITERARIA: Mario E. Chávez Peón.
ASESORÍA LINGÜÍSTICA: Pamela Munro y Felipe H. López.
COLABORADORES: Jena Barchas Lichtenstein, Francisco López, Gabriela Pérez Báez, José Antonio Flores Farfán, Paola Quintanar Zárate y Ángel.
El trabajo del CLQ consiste en una constante discusión literaria, a manera de taller de poesía, para después realizar una meticulosa revisión a nivel ortográfico. Así, cada texto conlleva profundo trabajo grupal, donde cada aportación es importante y el resultado es una obra colectiva; de cualquier forma, se reconoce al creador de la idea original y cada uno de los textos aquí presentados está acompañado del nombre del autor.1 Cabe resaltar lo arduo de este proceso debido a que no existe un sistema de educación bilingüe o bicultural en el pueblo de San Lucas Quiaviní. A pesar de que en la comunidad el uso del zapoteco sea predominante, la educación primaria y secundaria se ofrece únicamente en español. Los integrantes del CLQ, sin embargo, han comenzado la tarea de escribir en su lengua.
Los textos que presentamos en este volumen son sólo una parte de la obra del CLQ, sin embargo, representan las principales características del sentir de este grupo: el valor del zapoteco como medio de expresión literaria, el amor a la naturaleza, los ciclos de la vida, así como los problemas sentimentales y sociales presentes en la comunidad.
Comenzamos con el alba, el nacimiento del día, “Gyub” (“Aurora”). Este texto nos empapa de rocío, nos abre la puerta al mundo zapoteca. De súbito llegamos a “Te wizh” (“El atardecer”), donde los sentimientos se intensifican, donde el sol muere y abre paso a la noche. “Wxiny zhyab” (“Noche de tempestad”) nos sumerge en la angustia de la enfermedad, de la oscuridad, del negro aún más negro, pero nos da esperanza. La esperanza de un recuerdo, “Yrata zhi rnalaza liu” (“Siempre te recuerdo”), la intención de no olvidar lo que somos capaces de sentir.
Finalmente, culminamos el ciclo poético con una breve historia, con un pequeño cuento que incluye día y noche, amanecer y atardecer, toda la ambivalencia del mundo representada por un mítico animal en las culturas indígenas. “Bisy ni cayuni ra many gyitseiny” (“La alerta de los grillos”) nos llama a volver a la naturaleza, nos llama a escuchar el lenguaje del mundo y meditar sobre nuestros problemas y nuestra realidad. Este texto representa en forma alegórica el conflicto social de la migración que vive desde hace ya varios años el pueblo de San Lucas Quiaviní -como muchos otros pueblos en México.
Con respecto a la presentación de los textos, el CLQ encontró en el diccionario del zapoteco de San Lucas Quiaviní (Munro, López et al., 1999), como ya mencionamos, una extraordinaria herramienta para su trabajo. La ortografía propuesta en esta obra fue la que el colectivo adoptó para sus primeras creaciones literarias. Sin embargo, la representación de los sonidos de esta lengua implicaba una ortografía minuciosa y de considerable detalle. Los autores del diccionario, junto con la colaboración de Brook Danielle Lillehaugen, decidieron entonces ceder a la “practicidad” que implica un lenguaje escrito y dejaron de representar cuestiones fonológicas de la lengua, como los tipos de voz y tono, para así hacer mucho más asequible la forma escrita. Dicho sistema se explica con detalle en Munro, Lillehaugen y López, Cali Chiu (en proceso), un curso de zapoteco del Valle como segunda lengua. Es esta última versión ortográfica, la minimalista o práctica, la que el CLQ ha decidido adoptar para la escritura de sus textos. A continuación explicaremos únicamente los sonidos que no corresponden o no existen en el español:
- ts es un sonido africado, que consiste en la secuencia de los sonidos t y s (oclusión dento-alveolar de la t, seguida de la fricación de la s).
- s, z, x y zh. La serie de fricativas (sibilantes) en el zapoteco del Valle consiste en pares fortis-lenis, distinción común en las lenguas zapotecas, que generalmente equivale a sonidos sordos y sonoros: los sonidos alveolares son s (como la s del español) y z; las prepalatales se representan con x (parecido a la sh del inglés) y su contraparte zh.
- labialización ( w ) y palatalización ( y ): las consonantes en zapoteco pueden labializarse o palatalizarse y se representan con w y con y, respectivamente; esto sucede, por ejemplo, con la c ([k]) al final de la palabra becw ‘perro’, o con la n final de many ‘animal’.
- ë representa una vocal alta central (se articula a medio camino entre la i y la u, sin redondear los labios; i herida en términos fonéticos). Todos los demás sonidos vocálicos del zapoteco equivalen a las vocales de español.
Como se mencionó arriba, esta ortografía práctica no incluye tipos de voz ni tono, rasgos prototípicos del zapoteco del Valle que, sin embargo, el hablante nativo puede identificar por el contexto. Así, con el fin de simplificar la lectura y resaltar el contenido poético de los textos, en primer lugar se presentan los cuatro poemas y el cuento con esta ortografía práctica, sin análisis lingüístico, junto con la traducción libre o poética en paralelo.
En seguida presentamos de nueva cuenta los cuatro poemas y el cuento, ahora con un análisis lingüístico donde se incluye en líneas separadas: la ortografía simplificada; la ortografía del diccionario, con cortes morfológicos; las glosas lingüísticas, y la traducción. La contribución lingüística de este trabajo se encuentra principalmente en esta sección.
Además de las características ortográficas mencionadas arriba, la ortografía del diccionario incluye mucho más información fonológica de la lengua (véase Munro, López et al., 1999). A continuación se explican algunos de los elementos que este sistema incluye:
-tipos de fonación: a, ah, à, a’. El zapoteco de San Lucas Quiaviní usa de forma contrastiva diferentes tipos de voz o fonación. Las vocales modales se representan sin diacríticos: a; las vocales murmuradas (o sordas) se representan con una h después de la vocal: ah; las vocales laringizadas (o rechinadas) se representan con acento grave: à; y, por último, las vocales cortadas (vocal modal seguida de un saltillo u oclusión glotal) se escriben con apóstrofo: a’. Dichos tipos de voz pueden combinarse dentro de una misma sílaba. Munro, López et al. (1999: 3) proponen que el tono puede derivarse del tipo de fonación en esta lengua y por ello no se representa.
-grafías dobles: para la distinción fortis-lenis en las consonantes resonantes (nasales y líquidas) se utiliza doble grafía para los sonidos fortis, por ejemplo mm, nn, ll, mientras que sus correspondientes lenis sólo usan una grafía, m, n, l.
-sibilantes retroflejas: finalmente, se reconocen también los sonidos sibilantes retroflejos, que se representan con dos puntos para distinguirse de las prepalatales; x: es el fonema fortis y zh: el lenis.
De la aurora al atardecer, a la noche, al recuerdo… confiamos en que estos textos sean sólo el principio de una nueva tradición literaria del zapoteco del Valle. Una tradición a la que el pueblo de San Lucas Quiaviní está contribuyendo con su granito de arena.
¡GYUB!
Rinydiaga loo zicy ni queity rluazh.
Loo rdia zicy ncop,
ncop xte lo nya,
guei xte rsily,
zhi na lai gyahg xte gyibziu.
Gyub!
Nacu duan ni rban bcal,
fantazm xte colory ncai.
Rgyetneu soleda xtena.
Gyub, nacu rse xte xtizha.
LIA RROS LOBY MARTINY
¡AURORA!
Tu nombre me suena a eternidad.
Tu nombre huele a humedad,
humedad de campo,
escarcha de la mañana,
tranquilidad entre árboles de encino.
¡Aurora!
Eres duende que roba el sueño,
fantasma de colores opacos.
Juegas con mi soledad.
Aurora, eres eco de mi voz.
ROSA ALBA LÓPEZ MARTÍNEZ
TE WZHI
Te wzhi ri xcai
mnizha anym xtena liu.
Mniu yo cwën galanzu
cuan conten parardan.
Teiby wzhi zicy na
gua contendan.
Blez rgyet bi;
ra baguidy lo gyia
rnixcalri rnixcalri;
ra many ba rcwagwel
guecyën,
chu cagyualri
Dyoz queity raty.
Bzalo cayu wbwizh
lany dadich xte zyeiny colory;
bzeny ra colory mban,
cuan galncai
xte wxiny.
Ra gyia cabez
steby rsily.
Parardan bdieba lo bzhezhy ncyets lo,
tedes liu calabu ra balgui cwia
lo xcha xte many bcusygui.
Zhii bzalo tyem nyisgyia.
Zhii mnizh wbwizh teiby chat naa.
Wxiny queity ndiedi beu
rliu rtiuloiny.
LIA CRISTYEN RNANY MORALY
EL ATARDECER
En una tarde nublada
te entregué mi corazón.
Lo aceptaste con amor
y alegría urgente.
Una tarde como hoy
fue mi mayor alegría.
El viento dejó de jugar;
las mariposas sobre las flores
soñaban y soñaban;
las golondrinas se paseaban
en nuestras cabezas,
con su canto armonizaban
Dios nunca muere.
El sol empezó a ocultarse
entre una cobija de múltiples colores;
llegaron los colores pálidos,
y la oscuridad
de la noche.
Las flores se preparaban
para un nuevo amanecer.
Apresurada bordé entre encajes blancos tu nombre,
mientras tú a mi lado contabas las estrellas
a la luz de una luciérnaga.
Ese día empezó la primavera.
Ese día el sol me regaló un beso.
Esa noche no salió la luna,
parece que tenía vergüenza.
CRISTINA HERNÁNDEZ MORALES
WXINY ZHYAB
Naa nanaga ni ynia na
beiny cwen teiby dizh nton naqui,
per zecybagui.
¡Na wxiny re na nzhyab!
Beiny cwen teiby ri ngas nai,
¡ngasta!
Teiby becw ngas.
Teiby many zhayba ngas.
Teiby buny cyeruëng,
ngas…
rlai,
rnyityi.
Zhyab rdia na wxiny re.
Na wxiny re queity balgui.
Nan beu tu gan ca nez nui.
Wxiny zhyab,
wxiny gyub,
wxiny xte galna,
wxiny xte gal rzya.
Cayaczhyecha
xte galanzhiby
chiru nyec racbia xi gunya.
Atizh loc raca, ati xgabizy xteni.
Cuan queity rbez bi xtena,
rcaza wbwizh.
Cayacbagui, ati xgabizy xteni.
Derrepen rzeny ra balgui,
par duaxiga duaxiga, rnyityi ste.
A zidgyini.
Zhi ysyacrëb naa.
LIA IRM GARCIA MARTINY
NOCHE DE TEMPESTAD
Sé que lo que voy decir
es un poco absurdo,
pero es la verdad.
¡La noche está maldita!
es un cántaro negro,
¡negro!
Es un perro negro.
Es un pájaro negro.
Es un fantasma sin cabeza,
negro…
que está desbaratado,
muy confuso.
Esta noche tiene olor a azufre.
Esta noche no tiene estrellas.
La luna quién sabe a dónde se fue.
La noche está maldita,
esta noche de tinieblas,
noche de dolor,
noche de angustia.
Estoy temblando
me estoy muriendo de miedo
y no sé que hacer.
No estoy loca. No es mi imaginación.
Mi respiración no tiene calma,
necesito del sol.
Fue realidad, no mi imaginación.
De pronto llegaron las estrellas,
poco a poco, se perdieron otra vez.
Ya va amaneciendo.
Mañana van a curarme del susto.
IRMA YOLANDA GARCÍA MARTÍNEZ
YRATA ZHI RNALAZA LIU
¿Xi beinya?
¿Xi ni bsanu naa?
Chi rnalaza liu, ladya rzha nyis nald.
Nlasdan nua tyen zeu.
¿Xiesa ni bro beinya?
¡axta na queity racbiadya!
Xchatu cuan ni rguezu,
loo bichi.
¡Bgwi teibyizy buanën!
Rguchneën galrcyetlaz xtenën
cën nyis ruan xte dany.
Rguchneën rse xtenën cën lixtony
xte colory.
¡Mniny guquën!
¡Mninyizy!
¡Bgwi xa mod bchuu!
JERA’RD MORAALY CURIEELY
SIEMPRE TE RECUERDO
¿Qué falta cometí?
¿Por qué me dejaste?
Recordándote, mi cuerpo se llena de escalofrío.
Estoy sufriendo tu ausencia.
¿Fue muy grande el error que cometí?
¡Aún no lo comprendo!
Tus besos y abrazos,
tu rostro pequeño.
¡Mira que lloramos juntos!
Uníamos nuestra alegría
con lágrimas del cerro.
Uníamos nuestras voces con listones
de colores.
¡Éramos niños!
¡Solamente niños!
¡Mira cómo has cambiado!
GERARDO MORALES CURIEL
BISY NI CAYUNY RA MANY GYITSEINY
Lany teiby tyem, teiby gueizh xte Ndua, rbany teiby family ni la Curiely. Ncyetlazdan rbany rari, mas ra xabri na proby ni rauri axta lo nya ziedi. Bdeidy ra tyem chu nzalazdan nurëb, cad teibyga raëb runyrëb cumplier rzeinyrëb, axta ni na ni mazru bichi axta ni na mazru bangual.
Per bchu ra tyem, a ze ra nyisgyia, chu bzalo queityru rac guel. Teiby wxiny ni ze rya octubr cwën Nan Beu, yu bzeny rresibier galanlas tyen bzeny te family xte gyitseiny. Nan bagual, ni nan ra ni rac, bzaloëb cayuanëb, btiaëb xfamilyëb chu naëb:
-Desde nazhi, nu xi gac, tyen teiby lyezh teidyën te galanlas. Na par suën lyestdan, queity gandya xi nyac, nyacza xa mod, per many gyitseiny cayuny bisy.
Ra many gyitseiny zicy mily, deibyta yu byu ra many gyitseiny, duaxri ryepyri guecyu, ni gyia, ni mwebl. Ratari queity blez rualdiri cuan rtyisdiri.
Bzeny mal, guty nan bangual, chu guty dad bangual, ra zhyagrëb cuan ra xtadri ze Nort.
Ni mni nan bangual guc, nazhi queitydya tu chu yu, nyec ra many gyitseiny nu recy.
Gal wxiny rbi ni ra banguali zegwii cuan yu tyem guty nan bangual.
LENCH MARTINY RNANY
y RMANY LOBY RREIS
LA ALERTA DE LOS GRILLOS
En algún tiempo, en un pueblo de los Valles Centrales de Oaxaca, habitaba una familia con el apellido Curiel. Todos vivían muy felices, aunque su forma de vestir era humilde y sus alimentos consistían en las cosechas del campo. Los tiempos pasaron y todo era prosperidad, cada uno de los miembros de la familia cumplía con sus deberes y obligaciones, desde el más pequeño hasta los abuelos.
Pero los tiempos cambiaron, se fueron las lluvias y dejaron de darse las cosechas que antes eran abundantes. Una noche de luna llena, a finales de octubre, la casa recibió el triste canto de la soledad de una gran familia de grillos. La abuela madre de la familia Curiel, conocedora de la naturaleza, no pudo contener sus lágrimas, y muy triste reunió y dijo a la familia:
-A partir de hoy, nuestra familia va a tener una desgracia, vamos a pasar un gran sentimiento. Debemos prepararnos para lo que viene, no sé qué, ni cómo, pero los grillos nos están dando ese anuncio.
La gran familia de grillos se contaba por miles, invadieron todos los rincones de la casa, muchos se subieron al techo, otros debajo de las piedras y los muebles. No dejaron de cantar y brincar en todas partes de la casa por algún tiempo.
Después vinieron las desdichas y el sufrimiento: murió la madre abuela, después murió el padre abuelo, y los nietos con sus padres se fueron al extranjero.
Lo dicho por la madre abuela se cumplió, hoy la casa está abandonada, ni siquiera los grillos la habitan.
En el frío silencioso de las noches, se escuchan las pisadas de los abuelos que llegan a visitar la casa abandonada.