Columba: una presencia generosa y discreta

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Edith Negrín

Resumen

La verdad es que no recuerdo cuándo llegó Columba Galván al Centrode Estudios Literarios. Creo que llegó después de mí, porque no la imaginoen la Torre II, pero no tengo muy claro en qué momento entramosen contacto. Lo que sí me consta es que, en los últimos años se la podíaver desde muy temprano, día tras día, por la mañana y por la tarde,laborando en su cubículo, como parte inalienable de la comunidad defilológicas.Tal vez predestinada por su nombre, Columba Camelia, paloma yflor, ella fue siempre una presencia modesta y discreta, que caminabacon sigilo, trabajaba sin ruido y solo se hacía notar si era requerida.Pero en estos casos, su presencia se transformaba, sonreía y desbordabacordialidad.

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Cómo citar
Negrín, E. (2015). Columba: una presencia generosa y discreta. Literatura Mexicana, 24(2), 131-134. https://doi.org/10.19130/iifl.litmex.24.2.2013.745
Sección
Homenaje

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