Rubén Darío, lector de Almafuerte
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Resumen
En 1896, Darío publicó en Buenos Aires uno de sus libros más importantes: Los Raros, una colección de artículos sobre los escritores que más le interesaban. A través de ellos, dio a conocer su sistema de creencias, basado en los héroes culturales que fundaron los cimientos de la tradición moderna. En este artículo nos concentramos en un raro que no ingresó a dicha publicación: Pedro Bonifacio Palacios, conocido por su seudónimo Almafuerte. Pese a las distancias entre las propuestas poéticas darianas en su estancia en Buenos Aires y el perfil de Almafuerte, próximo al romanticismo social y a un tono “vociferante”, Darío lo consideró un raro y un precursor. La investigación desentraña las razones de estos postulados en dos entregas periodísticas publicadas en La Nación de Buenos Aires en 1895. Proponemos que Darío ubica a Almafuerte en la senda de la nueva poesía. Para ello, acude a la figura del oxímoron, con la que trata de limar las aristas que distancian las búsquedas de Almafuerte de las suyas y así acercarlo a la defensa de la profesionalización del arte. Simultáneamente, Darío adopta el tono imprecador del poeta bonaerense.