Antes de comentar el ciclo de cine, quisiera dar crédito a las mujeres detrás de Rebelar Cineclub, cuya curaduría dio como resultado un ciclo muy interesante que se posiciona políticamente contra la opresión ejercida por el régimen iraní. El Gimnasio de Arte y Cultura, donde tuvo lugar este ciclo, ubicado en el antiguo edificio del Partido Popular Socialista, es el espacio ideal para albergar las propuestas de Rebelar.
El hilo temático del ciclo fue definitivamente la condición de las mujeres en Irán: su sufrimiento, su alegría, sus (a veces modestos, siempre importantes) espacios de resistencia. No se puede negar que el cine funge como una ventana a realidades ajenas, más aún si trata temas que tienen una relación directa con las condiciones materiales de una cultura; por esto las películas proyectadas en el ciclo sirven muy bien para correr el velo de lo que significa existir en una cultura no occidental.
La historia de Irán se hace presente como un susurro del pasado reciente, una herida que se refleja en la condición de los ricos personajes femeninos exhibidos en Fuera de Juego (2006), La manzana (1998) y 10 (2002). Es al observar a estas mujeres y niñas de la ficción que se obtiene cierta noción de cercanía: a pesar de vivir al otro lado del mundo, en un país con una historia muy diferente, todas pasan por dificultades desesperanzadoramente familiares.
Las cuitas de la vida fuera de la pantalla que enfrentó la directora Samira Majmalbaf se pueden resumir a la siguiente cita: “Dirigir cine siendo mujer es casi una proeza, pero hacerlo, además, siendo iraní es todo un desafío”. La manzana (1998), su ópera prima, fue la única película del ciclo dirigida por una mujer; la producción es modesta: está filmada en película sobrante de un filme que acababa de dirigir su padre, Mohsen Majmalbaf. La manzana trata de un caso muy sonado a finales de los años noventa en Terán: unas niñas de madre ciega y padre indigente vivían encerradas y nunca aprendieron a hablar del todo. Con una técnica controversial e innovadora en su tiempo, que implica involucrar a las personas que vivieron los sucesos retratados en la película para que actúen en ella representándose a sí mismos. El resultado puede ser confuso si se ignoran estas condiciones de producción; estremece pensar en lo real de una historia así. La brutalidad patriarcal de una realidad aplastante.
En cuanto a técnicas innovadoras, 10 (2002), de Abbas Kiarostami, está filmada completamente dentro del auto de la protagonista, una solución a caballo entre lo artístico y lo político, pues filmar en Irán presenta un desafío enorme. Los comités de censura no dejaron que la película se exhibiera en el país y tuvo que esperar a Cannes para ver la luz. La censura tiene mucho que ver con la manera tan honesta en que la película retrata temas tabúes como la prostitución y el divorcio. De nuevo se puede marcar un acercamiento entre algo que nos parecería tan lejano y las propias realidades estrechas. El hijo de la protagonista tiene peleas largas en que le recrimina el haberse divorciado de su padre -lo anterior no resulta extraño; encontramos elementos muy parecidos en la popular Roma (2018), de Alfonso Cuarón-. La película es un viaje literal y metafórico por la condición femenina.
Fuera de Juego (2006), de Jafar Panahi, es quizá la más optimista de las tres, regresa al tema de la niñez femenina. A pesar de que el eje de la trama es la exclusión de las niñas en un pasatiempo tan identitario como el futbol, la candidez de los personajes desdramatiza de manera maravillosa algo que podría verse desde el sufrimiento. Toda la película sucede dentro de un estadio de futbol, espacio restringido al ámbito masculino, donde las niñas terminan siendo apresadas por su desobediencia; es también una película donde observamos a mujeres rebelarse de forma activa contra las reglas. A pesar de que torturar con jugarretas al guardia de seguridad que las vigila no es una revolución, esa pequeña semilla de insumisión concuerda con el espíritu del resto de las películas. A veces contar una historia es una pequeña rebeldía.
FB: Rebelar Cineclub y Gimnasio de Arte y Cultura