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Thu, 30 Apr 2020 in Anuario de letras. Lingüística y filología
JUAN FLOJO (JWÂN̈Y PLÔG). UNA NARRACIÓN EN ZAPOTECO DE SAN PABLO GÜILÁ
Abstract
Resumen. En la región de los Valles Centrales del estado de Oaxaca se encuentra la comunidad de San Pablo Güilá. En este lugar existe un cuento popular conocido como Juan Flojo, del cual hay distintas versiones. En este artículo se presenta la versión de Federico Luis Gómez, nativo hablante de este zapoteco. El cuento relata la historia de Juan, su mamá, su perro y un zopilote encarando múltiples aventuras, con un tinte de moraleja al final. En la introducción, se encuentra información general del texto, la ortografía utilizada y generalidades del análisis. Posteriormente se muestra un análisis lingüístico de la narración.
Main Text
Introducción
En este artículo se presenta una versión de un cuento tradicional en zapoteco de San Pablo Güilá, Oaxaca: la historia de “Juan Flojo”. En este relato se narran las aventuras de un niño llamado Juan, quien debido a las múltiples tareas que le asigna su mamá, se cansa a tal grado que busca cambiar de apariencia con otro ente, momento en el que entra en escena otro personaje: el zopilote. Los personajes principales, además de los ya mencionados Jwân̈y ‘Juan’ y bětx ‘el zopilote’, son nǎn ‘la mamá’ y kànêl ‘el perro Canelo’. Este cuento fue narrado por Federico Luis Gómez, habitante de la comunidad de San Pablo Güilá y hablante nativo de esta variante de zapoteco. La narración se presenta en tercera persona.
El autor del texto es Federico Luis Gómez. El texto llegó a mis manos a través de Francisco Arellanes Arellanes, en tres versiones: a) una versión escrita en zapoteco, a la cual se le hicieron numerosas correcciones tipográficas y de interpretación fonológica; b) una traducción global al español (aunque en este trabajo se propuso otra traducción que trata de reflejar la estructura básica del zapoteco) y c) una versión del cuento en audio, grabada en formato WAV. Las tres versiones son obra intelectual de Federico Luis Gómez.
Es importante mencionar que, previo a la entrega de las versiones por parte de Francisco Arellanes, existía una versión en zapoteco correspondiente a un párrafo, una versión en español de ese párrafo completo y una versión en audio, en formato WAV del cuento completo. La versión preliminar del cuento en zapoteco no contaba con tonos ni tipos de fonación.
Finalmente, dado que es un cuento popular sumamente conocido por los habitantes de San Pablo Güilá, existen distintas versiones del mismo. Una de las versiones de este cuento fue publicada por López Cruz (2015) como Tâb Xtén Jwâny Plôj, una narración que presenta personajes diferentes con una historia completamente distinta a la de este trabajo.
El zapoteco de San Pablo Güilá (SPG)
San Pablo Güilá es una agencia municipal perteneciente al municipio de Santiago Matatlán, ubicado en el distrito de Tlacolula de Matamoros. San Pablo Güilá forma parte de los Valles Centrales del estado de Oaxaca (López Cruz, 1997: 11).
Smith Stark (2007) propone tres grupos medulares: solteco, zapoteco occidental y zapoteco medular. Dentro del zapoteco medular reconoce cuatro subgrupos: papabuco, zapoteco de la Sierra Sur, zapoteco de la Sierra Norte y zapoteco central. El zapoteco central agrupa al zapoteco del valle occidental y finalmente, al zapoteco de San Pablo Güilá.
Figura 1. Ubicación del zapoteco de San Pablo Güilá (Smith Stark, 2007: 116)
zapoteco medular> zapoteco central > zapoteco del valle occidental
> zapoteco de San Pablo Güilá
Ortografía, transcripción tonal y fuentes
La ortografía utilizada en la versión del cuento en zapoteco que se presenta en este artículo pertenece al sistema de escritura propuesto por el equipo de trabajo Làa’z xtizanu/ Laa’ dxy xtizɨya/ Laa’ dx xtii’ dxzahn ‘El corazón de nuestro zapoteco’. Este sistema de escritura fue propuesto por los lingüistas y hablantes de zapoteco de Valles Centrales: Roberto Padilla, Aurea López Cruz y Alejandro Luis Gómez; a este grupo se sumaron otros lingüistas no hablantes nativos de zapoteco: Mario Chávez Peón, Rosa María Rojas Torres y Francisco Arellanes Arellanes (Arellanes, 2013: 239). Las representaciones de las consonantes resonantes débiles, n̈, l̈ y r̈, y de los tonos, son aportes de Francisco Arellanes para sus investigaciones personales. Es importante aclarar que si bien no existe hasta la fecha un consenso para el establecimiento de un alfabeto unificado de las lenguas zapotecas, el sistema de escritura empleado en este trabajo ha sido utilizado en otros textos que describen la misma variante de zapoteco, tal como el trabajo de Arellanes (2013).
A continuación se presenta un cuadro de correspondencias, entre fonemas y letras para este sistema de escritura:
Tabla 1. Correspondencias entre el Alfabeto Fonético Internacional (AFI) y
la ortografía ‘El corazón de nuestro zapoteco’ (Arellanes, 2009: 240)
En el zapoteco de SPG existen tres tipos de voz: a) la voz modal, b) la voz con laringización débil y c) la voz con laringización fuerte; así como cuatro tonos: a) alto, b) bajo, c) ascendente y d) descendente (Arellanes, 2015: 55). La representación tipográfica se puede observar en la tabla 1. La voz modal /a/ se realiza fonéticamente como una vocal simple [a], aunque puede llegar a ensordecerse al final si está en una sílaba libre y tiene tono bajo. La voz con laringización débil /a̰/ tiene varias realizaciones fonéticas: puede tener una voz con laringización notable [a̰], una voz tensa o laringización mínima [a̬] y una voz modal con un saltillo breve en su porción final [a ʔ]. Por otro lado, la laringización fuerte /a ʔ/ tiene dos realizaciones fonéticas: puede tener un cierre glotal ubicado después de la melodía vocálica [a ʔ] (vocal cortada), o puede presentarse un breve cierre glotal entre dos melodías vocálicas [a ʔa] (vocal rearticulada) (Arellanes, 2009: 146).
Los manuscritos originales de Federico Luis Gómez consistían en una versión del cuento escrita en zapoteco que no mostraba los contrastes fonológicos de la lengua (constrastes que sí se consideraron en la versión final) y una versión en audio. Por lo tanto, fue necesario utilizar algunas herramientas de análisis acústico para poder adaptar el texto a la ortografía utilizada en este trabajo. Se usó el programa Praat 1 para poder representar de una manera más adecuada el tono y tipo de voz de cada palabra. De igual manera, se consultaron bases de datos disponibles que sirvieron como punto de referencia para la adaptación ortográfica . 2
El punto de partida para el análisis morfológico fue el trabajo de López Cruz (1997) sobre la morfología verbal. Además, de este trabajo se extrajo todo el vocabulario nominal que, junto con otras fuentes, permitieron conformar un nuevo vocabulario para facilitar el análisis. No obstante, el vocabulario obtenido fue insuficiente para el análisis total del cuento, por lo que para resolver dudas léxicas se realizó una visita a San Pablo Güilá, donde las colaboradoras Margarita Santiago Melchor, Justina Martínez Morales y un colaborador anónimo, así como el asesoramiento de los lingüistas Francisco Arellanes Arellanes y Aurea López Cruz, aportaron datos cruciales para la versión final del análisis del texto.
Generalidades del cuento
En este artículo se presentan tres versiones del mismo cuento y posteriormente se ofrece el análisis lingüístico. En primer lugar, el cuento en zapoteco adaptado a la ortografía presentada previamente, en seguida, la traducción que propongo derivada del análisis lingüístico, finalmente, la traducción libre en español hecha por el autor del cuento, Federico Luis Gómez. Por último se encuentra el análisis lingüístico del texto.
Se decidió presentar la traducción original del autor Federico Luis Gómez, ya que, como acertadamente lo mencionan Rojas Torres y Morales Ortiz (2011: 23), este tipo de traducción puede aportar información relevante del español hablado por zapotecos, lo cual puede ser punto de partida para un análisis independiente.
A continuación se muestra un comparativo entre la traducción aportada por el autor del cuento y la traducción que se realizó derivada del análisis:
Traducción de Federico Luis Gómez: 3
§31 Terminó de recibir las indicaciones el zopilote, terminó de recibir las indicaciones Juan. El niño zopilote se quedó sobre el árbol, observando alrededor del pueblo para ver a qué hora se levantaba una humadera. El zopilote niño se bajó del árbol a recolectar la leña, cuando terminó de juntar la leña, su perro Canelo llegó y le dijo.
Traducción de Ana Laura Arrieta Zamudio:
§31 Terminó así el animal de recibir indicaciones, terminó Juan de recibir indicaciones. Entonces, el niño-zopilote se quedó sobre aquél árbol dando un vistazo a la orilla del pueblo a ver a qué hora se hacía un humo. Cuando el zopilote-niño se bajó, empezó a recoger la leña y cuando logró recogerla su perro Canelo llegó. Su perro dijo; “¡ay! qué hiciste que ya pudiste recoger la leña, sólo estabas acostado abajo de ese árbol cuando llegué” le dijo el perro a aquél ‘Juan’.
Es importante decir que, por una parte, la traducción de Federico Luis Gómez es una traducción global, esto es, del cuento en su conjunto; en ella aparecen esparcidas cláusulas no traducidas al español que sólo se mantienen en zapoteco. Por otra parte, la traducción que aquí se propone se deriva del análisis de cada una de las oraciones del texto.
Para proceder al análisis, se realizó en la versión en zapoteco y en la traducción global una segmentación de cada uno de los párrafos en oraciones, y dado que la traducción al español se proporcionó en párrafos, se propuso una traducción cuando ésta no existía. De la misma forma, se segmentó el audio del cuento completo en párrafos para facilitar el análisis. Como se mencionó anteriormente, se hicieron múltiples correcciones al texto en el nivel tipográfico, al adecuar ciertas grafías para adoptar el sistema de escritura que se presenta en este trabajo.
En el apartado correspondiente al análisis lingüístico del cuento, las líneas de cada oración se dividen de la siguiente manera: en la primera línea se encuentra la forma ortográfica; en la segunda línea se encuentra la representación fonológica (con base en Arellanes, 2009) con lindes morfológicos marcados de la siguiente manera: los lindes de morfema se marcan con un guión medio (-), los lindes de clíticos fonológicos se marcan con el signo igual (=), los lindes composicionales con un signo de más (+) 4 y los lindes de palabra con espacios; en la tercera línea se encuentran las glosas léxicas y morfológicas; por último, en la cuarta línea se encuentra la traducción.
En la línea de glosado, las glosas gramaticales se representan con abreviaturas resaltadas con VERSALITAS; dichas abreviaturas aparecen al inicio del análisis morfológico. Cuando una sola palabra corresponde a dos palabras en la línea de glosado, éstas se separan por medio de un punto (.). En cuanto a las glosas léxicas, se representan con las palabras que, a mi juicio, fueron las más adecuadas al español.
Finalmente, el texto se organiza en 48 párrafos y en el análisis morfológico el texto se dividió en 522 oraciones. Los criterios para la división oracional fueron los siguientes: 1) una oración simple (un verbo junto con sus argumentos), 2) oración principal y sus subordinadas (un verbo principal y un verbo subordinado), las cuales tienen el mismo número pero a partir de la que está en segunda posición se acompañan de una letra y 3) los verbos dicendi (como decir), que aparecen separados de las oraciones que expresan el contenido verbal. 5
Oración simple:
Oración y su subordinada:
Verbos dicendi:
JWÂN̈Y PLÔG
Narración: Federico Luis Gómez
Adaptación ortográfica: Ana Laura Arrieta Zamudio
§1 Gùxtxì dǔxgǐ byù’ tɨ̀ mî’n̈y bdìlâ jwân̈y plôg. Rtxà›pǐ rùnbǐ zè›n̈y nì rùn xnǎnbǐ là›bǐ. Rtxà›pǐ rùnbǐ màndâd. Txì gǔldì›nǐ byù’ tɨ̀ txì rè xnǎnbǐ lòbǐ. “Kɨ̌ty rùkâ› gùnâ› syǎny zè›n̈y lì›gâ”, rèbǎ. “Nǎẍ sɨ̌’ gyàg txêtě’ù› là’n̈y dǎn̈y”, rèbǎ. “Tí txǐ’ gûnâ› gân gìkâ› gèt, gâwnǔ” rèbǎ lò bǐ. “Txǐ’ gìnǐẍâ› gèt gâw”, rèbǎ.
§2 Bdɨ̀›dy bǎ tɨ̀ dù›bâ›n̈ kùn tɨ̀ gìbyàg kwà’bǐ tí txêtě’ bǐ gyàg là’n̈y dǎn̈y, txǐ’ bdɨ̀›dgǎbǎ tɨ̀ xgèg txù’ nìs gyê’bǐ tí kǎd gyúldì›bǐ. Rèbǎ “kɨ̌tyù› txìně›w gèt”, rèbǎ “tí gyôbù›”.
§3 Là› plôg rò’ kǎdìkà rù’ dǎn̈y là›bǐ gǐkà dǎn̈y, bà zê, rzàně›pǎbǐ xpè’kwbǐ nì lâ kànêl là’n̈y dǎn̈y, là›mǎ ràkmǎ rsà’bǐ tí tè›gà›tú gǐtxǐby là›bǐ là’n̈y dǎn̈y, sɨ̌’dǐs, sɨ̌’dǐs rìèbǐ là’n̈y dǎn̈y ryèkǎ’bǐ gyàg. Txǐ’ txì rzènybǐ kùn xpè’kw bǐ là’n̈y dǎny rɨ̀›ty rtě’ bǐ gyàg, rɨ̌’ zǒb tɨ̀ gyàg gìtsa gyè rò’, ntsá’ yà›z tɨ̀ tôm nìs syá’ty kǎ rxàn gyàkǐ.
§4 Kǎd rù›dì› nìs là’n̈y xkègbǐ, rzàně›bǐ nìs syá’ty nìnǒ’ ẍàn̈gyàg rù’ dǎn̈y gǐ nì ryèbǐ. Là›ksâ’ txì gǐbìrěbǐ txǐ’ rtxàbǐ xkègbǐ nìs syá’ty ryè’bǐ nìzyû, txì rzènybǐ rù’ lìzbǐ txǐ’ ryè’ xnǎnbǐ dò›nǐ, rnǔbdì›ẍ xnǎnbǐ lòbǐ “kǎ rkǎ’ù› nìsgǎ” rèbǎ, “sû’s nǐẍrǔnǐ”.
§5 Txǐ’ rgwì›bǐ dì›ẍ lò bǎ, rèbǐ “rù’ dǎn̈y rɨ̀›ty rìkǎ’â› gyàg rɨ̌’ rkà tɨ̀ tôm dǔxyà›z” rèbǐ, “lò tômgǐ, gǐtxìgà’lòw›” rèbǐ, “ntsá’yà›z, nsá’ lòtyè›p rǎmǎny nǒ’ ” rèbǐ, “nǒ’ bèw rò’ , nǒ’ bèw bǐ’txì›, nǒ’ bèldgèsè›, nǒ’ bɨ̂ bǐ’txì›, nǒ’ mǎny sɨ̀t bɨ̀dy, nǒ’ xgǔldy, nǒ’ rân. Nǒ’ sû’s ntsá’ yà›z txì zálò gù›ld rǎtè› rǎ rân”, rèbǐ lò bǎ.
§6 “Txì bǎnǎ rkàxǔn̈ gùlǎ rkàgà’ rsîly”, rèbǐ lò bǎ. “Txǐ’ rǎlòtè›, rǎlòtè› bàrgǐdy rdě’ rù’ tômgǐ”, rèbǐ lò bǎ. “Rǎ bàrgǐdy ngâ’, rǎ bàrgǐdy gùts, rǎ bàrgǐdy xnyâ, rǎ bàrgǐdy bînd, rdě’ rǎmǎ rɨ̌’ tí ryè’ rǎmǎ nìs”.
§7 “Ně rǎgè›l ryèt rǎmǎny gì›x ryè’ nìs rù’ tôm gǐ” rèbǐ, “mbâ’ txì kǎzènyâ› gàxgà rù’ tôm nì kǎ rù’ dǎn̈y kùn xpè’kw kànêl” rèbǐ “gwìnǔ gân bnǎnǔ dò› rǎmǎny rɨ̌’ káyè’ nìs rù’ tôm gǐ, bnǎ tɨ̀ bzěny, bnǎ tɨ̀ bxè, bnǎ dò› rǎbè›t, bnǎ bàsà›by ryà›ẍnǔ gǐzènynǔ rù’ tômgǐ txì byù’xì’rǎmǎ dànònǔ, rǎtè›rǎmǎ bxù›n̈yrǎmǎ kwà›rǎmǎ là’n̈y gì›x gyàkǐ zêrǎmǎ”. “¡Ày!” rèbǎ lòbǐ, “xǐlò rùmbè›w rǎtè› rǎmǎnygǐ”, rèbǎ. Txǐ’ rèbǐ “gwí bɨ̌ny là’n̈y dǎn̈y nà›rà’” rèbǐ lòbǎ.
§8 “¡Ày! mî’ny” rèbǎ lò xì’n̈y “gǎnù’ lò rǎmǎnygǐ rtxìgà’lòw rù’ tômgǐ” rèbǎ, “kôrẍa’
gǐtê’w gyàg gǐèdněw gíkà gèt gâwnǔ” rèbǎ.
§9 Pèr kǎd bgwì›dì›bǐ dì›x lò xnǎnbǐ lò gyàgìtsagyè nì rzǒb rù’ tômgǐ nǒ’ tɨ̀ bětx gûl rò’yà›z, kâd txì ryètě’bǐ gyàg rzǒbpǎmǎ lò gyàg rò’gǐ. Rlwìpǎ bà byùx’tè› rǎxptù›bymǎ, gà’ty, gà’ty rndîmǎ rǎxgǎ ẍùnmǎ, lâdrě› lâdrɨ̌ky, lâdrě› lâdrɨ̌ky rndîmǎ rǎnǐ, mâs ràwmǎ rǎbí’w làdymǎ rzǒbmǎ gɨ̀ky gyàkǐ.
§10 Rǎtè› txì, rǎtè› txì rìètě’bǐ gyàg rù’ dǎn̈ygǐ, pèr rnǎpǐ kê txêgwǐ›bǐ là› rǎmǎny nì nǒ’ lò nìsgǐ txì txêbǐ, ôr nì gǐzènybǐ rù’ tômgǐ, rà›gǎ’bǐ ryè’bǐ nìs.
§11 Txì rìlò ryè’bǐ nìs, txǐ’ rgwì›ně›bǐ dì›ẍ là› rǎmǎ, rèbǐ lòrǎmǎ.
§12 “Xǐsà’rtxìgà’lòâ› lòdǔ, gǎld nsǎ›k dǔx nǒ’dǔ” rèbǐ, “xǐsà’ gwên rsàkdǔ, xǐsà’ nǐẍ nǒ’ dǔ” rèbǐ lòrǎtè› rǎmǎ, “lò nìs gǎ nǒ’ nì ràw dǔ, nì ryè’dǔ” rèbǐ, “pèr nà›rà’ rǎtè› txì nǎpâ› kà gù›â› xkègâ›, nǎpǎ› kà gù›â› xtù›bâ›n̈â›, gwìtě’â› gyàg tí txǐ’ nǐẍ xnǎnâ› gèt dàw” rèbǐ lòrǎmǎ.
§13 Txì rìlò rgwì›ně›bǐ dì›ẍ là› rǎmǎ txǐ’ rà›gǎ’bǐ kùn xpè’kw kànêlbǐ ẍàn̈ gyàkǐ, txǐ’ rìèbǐ bkà›ld, txì gǐbàn̈ybǐ txǐ’ rzálò rtě’bǐ gyàg, ràk lò xkyàgbǐ txǐ’ rsyù’bǐ dù›bâ›n̈ là’n̈y, rtxàbǐ nìs là’n̈y xkègbǐ, rù›bǐ xkyàgbǐ, rǎld xkègbǐ xè’kwbǐ, ryètbǐ dǎn̈y bâ zêně›bǐ gyàkǐ kà gèt, sɨ̌’dǐs, sɨ̌’dǐs ryèbǐ rù’ dǎn̈y ryèkǎ’bǐ gyàg, bà bzálò rtxàgně›bǐ rǎ gyàkǐ.
§14 Txǐ’gǔldì›nǐ byù’ tì txì rèbǐ lò xpè’kwbǐ, “bêy nàsɨ̌’” rèbǐ lò mǎ “xî zyá’nù› gyù’ ” rèbǐ “tí txì gǎnù› bà btxì rò’ txǐ’ gíkàù› dǎn̈y gyědkǎw nà›rà’ ” rèbǐ lò mǎ “àngwên nsà’ ” rèmǎ lòbǐ. Txì brágè›l kwà›bǐ dǎn̈y bèdǒpǐ gyàg.
§15 Nî jwân̈y plôg rǐnkâ› xgǎb nǒ’, nì kǎd byâdì› jwâny txêně› là› xpè’kwnǐ› tǔsy, bà btxàg jwân̈y ryètě’ gyàg rù’ dǎn̈ygǐ. Txǐ’ gúldì›nǐ rsǐl̈dò›, rsǐl̈dò› kwà› jwân̈y dǎn̈y zê.
§16 Là› jwân̈y bzèny rù’ dǎn̈y là› wbìẍ bkwà› gìky rǎdǎn̈y lâdgǐ. Gwì jwân̈y gwì›ně› dì›ẍ là›rǎ mǎny nì ptxà lò nìsgǐ stɨ̌, rè jwân̈y lò rǎmǎ, “bêy nàsɨ̌’ ” rè jwân̈y, “nà›rà’ zyègwì›ně› dì›ẍ là› dǎd bětx gûl rò’ yà›z, bǎl là› dǎd bětx sìgèld gítxá›gnǔ xàbnǔ” rè jwân̈y, “bêy txǐ’ sɨ̌’ rǎtè› txì gígwíâ› xǐ rùndǔ lò nìs” rèbǐ lò rǎmǎ. “Tí nà›rà’ bà btxàg dǔxâ› rǎtè› txì ryěd tě’â› gyàg tí txì gùk kân bàwâ› gèt” rèbǐ lò rǎmǎ.
§17 Bnà›zdì› jwân̈y nèz byè›py lò gyàkǐ zê, là› jwân̈y mêr gízèny gɨ̀ky gyàg rɨ̀›ty sǒb bětx gûl rò’ gǐ, rèbǐ lò mǎ.
§18 “Dǎd bětx” rèbǐ “rkà›zà› gǐgwì›nǔ tɨ̀ dì›ẍ” rèbǐ lò mǎ, “gùxtxì dǔx rtě’â› gyàg rě› ” rèbǐ lò mǎ, “rgwǐ›â› xǐsà’ nǐẍ mbânyù›” rèbǐ, “rǎtè› txì nì ryědâ› rtě’â› gyàg” rèbǐ, “rùkpǎ rzǒbù›” rèbǐ, “kǎd rǎndì›â› rùnù› màndâd” rèbǐ, “kǎd rǎndì›â› rzù›” rèbǐ, “kǎd rǎndì›â› ryètù› ryè’ nìs” rèbǐ, “tè›gà› xǐ rùnù›” rèbǐ lòmǎ, “xǐsà’ ndòlà›s dǔx mbânyù›” rèbǐ lòmǎ.
§19 “Lěy xǐnyâ› nì gâkâ› sɨ̌’ lì›gâ” rè bǐ lòmǎ, “gûxt sǒbâ› lò gyàkà” rèbǐ, “tè›gà›tú gûn màndâd nà›rà’ ” rèbǐ, “tè›gà›tú gítxǐ›tx nà›rà’ ” rèbǐ, “nì nàrě› bǎl kǎd gwìtě’â› gyàg kɨ̌ty xnǎnâ› gǐnǐẍ gèt dàwâ›” rèbǐ lò bětx.
§20 “Nàrě› nà›rà’ kǎyùnâ› tɨ̀ xgǎb” rèbǐ lòmǎ, “là›w sìgèldù› gǐtxá›gnǔ xàbnǔ” rèbǐ lò mǎ, “bà bèmpǎkâ› xgǎb” rèbǐ, “bà btxàgà› rù›â› gyàg” rèbǐ, “bà btxàgâ› rtě’â› gyàg” rèbǐ lò mǎ.
§21 Rè bětx lò bǐ, “bêy lì›gâ jwân̈y” rèmǎ, “zlô’zyù› nì nà›rà’ mâsrù kàxtyù dǔx, kàxtyù lòtyè›p mbânyâ›” rèmǎ, “sùdî u›lògyà” rè“rzǒâ . rǎè . txìpè rě . rzǒâ .” rèǎ“tírě . mbîtyà .z” rèǎ“dɨ̀tè› gɨ̀x̆ nì rɨ̌’ là’n̈y gět rò’gà rlwì rě› ” rèmǎ.
§22 “Nà›rà’ kàxtyù dǔx mbânyâ›” rèmǎ. “Nà›rà’ kâd tà txì txǐ’ rǔ ràwâ›” rèmǎ. “Nà›rà’ rnì›bè›â› lò rǎtè› bětx” rèmǎ, “nì rě› pǎ rzǒbâ›” rèmǎ.
§23 “Lì›gâ nì nsà’ mbânyù›” rè bětx, “rǎtè› txì ràw gèt gǔ›z nì ryèt nèz lò zèl̆y” rèmǎ, “rǎtè› txì ryè’w syà’b nẍà’, rǎtè› rùnsí’ xnǎnù› lì›gâ” rèmǎ. “Nà›rxà’ tú ndê›b gyâ nà›rà’ ” rèmǎ, “tú ndê›b gùnsí’ nà›rà’ sɨ̌’ lì›gâ” rèmǎ.
§24 Bìlòsɨ̌’ bkùdyàg jwân̈y rǎtè› xtì›ẍ mǎ, rè jwân̈y lò mǎ... “kɨ̌ty” rè jwân̈y, “bà bè›mpǎkâ› xgǎb bǎl sìgèldù› gítxá›gnǔ xàbnǔ” rèbǐ lò mǎ, “tí nà›rà’ kɨ̌trǔ kǎ gùndùxâ› gân gù›â› gyàg” rèbǐ lòmǎ. “Bà btxàgà›” rèbǐ.
§25 “Pèr là gùndì›ù› pǎkù› bènù› xgǎb” rèmǎ lò bǐ, “tí kàxtyù rxànâ› gàkù› bětx” rèmǎ lò bǐ. “Bà bnì›â›” rèmǎ “kâd gǔktì› gâw” rèmǎ, “mâs rǔ” rèmǎ, “nà›rà’ nàkâ› dǎd lò rǎtè› rǎ sá’ ” rèmǎ, “nà›rà’ rnì›bè›â›” rèmǎ, “dò›lòtè› dò›lòtè› nà›rà’ gâwâ› txǐ’ rǔ gâw stɨ̂rǎ sa’” rèmǎ.
§26 “Bǎl gûn̈dì›ù› pàsǎkù›” rèmǎ, “tí txǐ’ gǐgwì›ně›â› rǎtè› dì›ẍ xǐ nì gùnù› tí txǐ’ gûnù› gân gâw” rèmǎ. “Gûn̈dì›â› pês” rè jwân̈y “kɨ̌ty kágìtâ›” rèbǐ lò mǎ. “Tyês pês” rèmǎ.
§27 “Nà›rà’ rnì›bè›â› lò rǎtè› bětx” rèmǎ, “rě›pǎ nǎ lìzà›” rèmǎ. “Nà›rà’ ” rèmǎ, “kâd tà txì txǐ’ rǔ râwâ›” rèmǎ, “rě›pǎ sǒbù›” rèmǎ, “txǐ’ gǐkwà› bîxtù› kànrù’ gɨ̀x̆ nì nǎ là’n̈y gět gà” rèmǎ, “rsǐl̈dò›, rsǐl̈dò› bǎl gânù› là› gù’ẍ ràk kànrù’ gɨ̀x̆” rèmǎ... “kǎd rùnù› xgǎb tyòp txǒn” rèmǎ, “nèz bzù› bdyè› gwì rɨ̌’ ” rèmǎ, “dónlǎ nǒ’ tú bûr nǎ rɨ̌’ ” rèmǎ, “dónlǎ nǒ’ tú bè’kw nǎ rɨ̌’ ” rèmǎ, “dónlǎ nǒ’ tú gû’n nǎ rɨ̌’ ” rèmǎ.
§28 “Nì nǎ dǐs rɨ̌’ ” rèmǎ, “dò›lòtè› dò›lòtè› bzàlò nǐ bàw” rèmǎ, “sǐnděs gùnù› gân gâw róptè› bzálò nǐ bêy txǐ’ bxù›n̈y bdìkà tɨ̀b lâd ” rèmǎ, “tí là› stó› rǎ bětx gǐ gǐzèny” rèmǎ. “Txì txǐ’ lò bàw rǎ bětx gǐ” rèmǎ, “bǎl nǒ’ xǐ byànkâ›” rèmǎ, “txǐ’ gâw rǎ bě›l̈ nì byànkâ› tìx rǎ sɨ̀t gǐ” rèmǎ lò mî’n̈y gǐ. “Txì gûnù› gân” rèmǎ, “bà zyěd zàkù› lò gyàg rě› ” rèmǎ stɨ̂, “tí nǒ’ sìǎn̈y bětx rkà›z gàk dǎdrò’ sɨ̌’ nà›rà’ ” rèmǎ, “pèr àxtà nlùẍa’ txǐ’ rǔ gǐgwí rǎmǎ› tú byá’n” rèmǎ. “Kǎd txù’ gàrzà›” rèbǐ lò mǎ “rǎtè› nǐ gûnâ›” rèbǐ.
§29 Txì gúldì›nǐ bzálò kátxǎ›g xàbmǎ kùn xàb pǐ, txì bìlò gùkgân txǐ’ rèmǎ “tyês” rèmǎ, “bêy nàsɨ̌’ àxtà txì gǐgà’ tà txì txǐ’ rù’ txú’ tyòp bzálò rǎ mǎny gǐ là’n̈yù›” rèmǎ, “àngwên” rèbǐ.
§30 “Txǐ’ nà›rà’ xǐ gûnâ› txì gǐzènyâ› rù’ lìzù›” rèmǎ lò bǐ, txǐ’ rèbǐ, “bè›n rǎtè› màndâd nì gûn xnǎnâ› lì›gâ” rèbǐ, “tí rǎtè› txì ràw gèt” rèbǐ. “Txê tě’w gyàg, txí ně›w rɨ̌› rù’ gɨ̀›ù txǐ’ gǐkǎ’w nìs” rèbǐ lò mǎ, “tí nìs rkǎ’bǎ rùntxè›bǎ syà’b”, rèbǐ lò mǎ.
§31 Bìlòsɨ̌’ kwâ›mǎ rsôn, bìlòsɨ̌’ kwâ›bǐ rsôn, byá’ndì›bǐ lò gyàgǐ kákwà› bîxtù›bǐ rù’ gɨ̀x̆ dón kôr gàk tɨ̀ gù’ẍ, txì là›mǎ byètmǎ bzálòmǎ kátě’mǎ gyàg, txì bènmǎ gân bdě’ gyàg, là› xpè’kw kànêlbǐ bzèny, rè xpè’kwbǐ txì bzènymǎ, “bêy xǐ gùkù› nì bàlí bènù› gân bdǒp gyàg, là›ksâ’ tú nágǎ’ gàgù› ẍàn̈ gyàkà txì bzènyà›” rèmǎ lò jwân̈y gǐ.
§32 Nî bè’kw gǐ kǎd nǎndìmǎ btxǎ›g jwân̈y xàb kùn bětx, kǎd nǎndìmǎ bětx nǐ rgwì›ně›mǎ dì›ẍ. “Àǎ›” rè bětx mî’n̈y gǐ, “bà bè›nâ› gân bdǒpnǐ” rèmǎ “tí gèt bàlí rdyǎ›n̈â›”, rèmǎ. Byè›bǐ gyàg byètsùdì›bǐ dan̈y gwìbǐ kùn xpè’kwbǐ.
§33 Txì bzènybǐ rè xnǎnbǐ, “ày” rèbǎ “là›w bàlí bzènyù›” rèbǎ, “kêtè› xìn̈ygǎ›nâ›” rèbǎ, “dà’ gyè’w syà’b trɨ̂w” “bèntxè›â›” rèbǎ, “là› txà gèt gǔ’ynǐ nẍà’ kǎ lò zèl̆y tí gûntxè›â› tí zùn gâw” rèbǎ lò jwân̈y. Rbà›bǐ tí gâwbǐ rǎtè› nì rè xnǎnbǐ, bzǒbǐ rù’ dè, bzálòbǐ káyàwbǐ rǎtè› rǎnǐ rlwìpàzǎ rtyú›lbǐ rǎpí gwâldyàx, tɨ̀ brâtsì’ bìztè› syà’b, dì›sà’ pàzǎ bìztè› gwâldyàx bàwbǐ.
§34 Rtxìgà’lò xnǎnbǐ “nàrě› â›” rèbǎ, “wsǔ’ těk nǎ kágyà›n̆u nì ràw nǐẍ” rèbǎ lò bǐ; txǐ’ rèbǐ lò bǎ, “sò’ pèr gítxìgà›tè›lòw” rèbǐ, “rndyǎ›n̈ yà›zâ› rndyǎ›n̈ lòtyè›pà›” rèbǐ lò bǎ. “Bè›n gân bàw” rèbǎ “tí txǐ’ txêw rù’ gɨ̀›ù txǐ’ gǐkǎ’w bǎlrɨ̀’ nìs” rèbǎ “tí là›nǐ wbìz” rèbǎ. “Àngwên” rèbǐ, bè›nbǐ gân, bàwbǐ gèt kwǎ’bǐ rǎ rɨ̀’ bgwǎldbǐ xè’kwbǐ zêdì›bǐ rkà’bǐ nìs.
§35 Tú brâtsì’ gùk là›bǐ bzèně› nìs, tú brâtsì’ btxàbǐ gèz rɨ̀›ty ryù’ txê xnìsbǎ. “Nàrě›bǎ bè›nù› gân” rèbǎ, “bndà› là›rǎ gǐdy” rèbǎ, “txǐ’ bgyà›n̈ là›rǎmǎ, blè›y xǒb lò rǎmǎ” rèbǎ, “btyù›g kwà›n, bɨ̀›ky lò rǎmǎ”. “Àngwên” rèbǐ, nèz rě› nèz rɨ̌ky zě›b rùmbǐ màndâd, rtxìgà’dǐs lòbǎ, xǐ gùk jwân̈y sûs rkùdyàgbǐ xtì›ẍ bǎ.
§36 Rǎtè› rsîly, rǎtè› rsîly rkàbǐ dǎn̈y rkǎ’bǐ gyàg rù’ dǎn̈y gǐ. Sɨ̌’ dǐs, sɨ̌’ dǐs, gùk tɨ̀ xmân, gùk tyòp xmân, gùk txǒn xmân là› bětx nì gùk mî’n̈y kàsàntyên rùnmǎ màndâd pǎdâ›ndê›b nǐ xǐsà’ rùn mǎ zè›ny.
§37 Txì gùk tɨ̀ bè›w, txì gùk tɨ̀ bè›w rǔld kǎd rǔ rùndì› mî’n̈y nì gùk bětx gwân gald rndyǎ›n̈. Txǐ’ rèbǐ lò mǎ, “bêy nàsɨ̌’ ” rèbǐ, “kǎdrǔ rlwìdì› gùk gwân gǎld rndyǎ›n̈” rèbǐ, “gǐtxìgà’tè›lòw káyàty wbìn̈yâ›” rèbǐ.
§38 “Sìgèldù› kǎd gǐèdněw là› xpè’kwù› xî” rèbǐ, “sìgèldù› xî gǐtxǎ›g lâzy nǔ xàb nǔ stɨ̌” rè jwân̈y lò bětx, “kɨ̌ty rǔ kǎ gûnâ› gân gízùâ› bǎl kǎ gǎnâ› gàk gù’ẍ” rèbǐ. “Àngwên” rèmǎ, “xǐ rsɨ̌l̈dò›, rsɨ̌l̈dò› gǐzènyâ›” rèmǎ.
§39 Txì brágè›l̈ là›mǎ bzèny ẍàn̈ gyàg gìtsa gyè gǐ, rèmǎ “byèt nàrě› ” rèmǎ. “Àngwên” rèbǐ xù›n̈ybǐ byètbǐ, rèbǐ lòmǎ “slûltè’ sìgèldù› bdě’ gyàg nì bǎsyèně›â›” rèbǐ, “kɨ̌tyâ› gûnâ› gân gǐtě’â›”, rèbǐ, “nì bà kǎdɨ̀bǐ nǒ’â›” rèbǐ.
§40 “Àngwên” rèmǎ. Tɨ̀ brâtsì’ btě’mǎ nǐ. Bkàmǎ lyâd gyàg bàgwìně›bǐ, bìlò kwâ›nǐ lyâd, txǐ’ rǔ bzálò kǎtxǎ›g xàb mǎ kùn xàb bǐ.
§41 Txì bìlò btxǎ›g xàb mǎ kùn xàpǐ txǐ’ rèmǎ “sà›k rǔ rùn rǎtè› màndâd nì rùn xnǎnù› lì›gâ” rèmǎ, “là›bǎ, ¡sûs! gwên nǎbǎ, bènsí’ yà›zbǎ nà›rà’ ” rèmǎ. “Kǎd rǔ gítxà›bù› gûnù› nì rnì›bǎ tí txǐ’ rǎtè› txì gâw gèt” rèmǎ.
§42 “Bgwí nà›rà’ kâd gǔk gâwâ› tyòp sɨ̌’ bzàlò rǎ mǎny gǔty” rèmǎ, “¡ǎ›!” rèbǐ “Bêy nàsɨ̌’ gùnyà›zâ› màndâd” rèbǐ.
§43 Txì bgwíbǐ lò mǎ xǐsà’ nsà’yà›z, nsà’ lòtyè›p byǎ›n rǎ xptù›bymǎ, xǐsà’ rkwà›ptxǎ’ tɨ̀’x mǎ. Rèmǎ lò bǐ “xù›n̈yù› byòb ” rèmǎ “tí gâw gèt tí nàxsɨ̀t nǎkù›” rèmǎ, “tí kǎd gǎstò› nèz tè›gà› xǐ gù’ẍ gák zàwâ› tyòp bzàlò bɨ̌ny” rèmǎ, txǐ’ rtyù›ntè›mǎ rsǐzně›mǎ là› bǐ, nì là›mǎ sɨ̌’ rèmǎ bnǎmǎ nǎxsɨ̀t gěr byǎ›n̈bǐ. Tyòp sɨ̌’, txǒn sɨ̌’ bènǐ›bymǎ xgàmǎ byè›pymǎ lò xkyàgmǎ rɨ̀›ty bzǒbmǎ.
§44 Bànǎ gù›bǐ gyàg bà zêbǐ txì bzèny xpè’kw bǐ, “là›w bènù› gân tí bàzênǔ” rèmǎ, “àǎ›” rèbǐ. Rtxìgà’yà›z lò xpè’kw bǐ, xǐ nǐ blwì›bǐ nǎxsɨ̀t, “¡xǐgùkù›!” rèmǎ, “xǐnǐn nàkù›” rèmǎ. “Gàtô . txìgǐèynǔtxǐ’ gàkbè›w” rèbǐ “tí nàrě› tè›gà› rǔ xǐ bɨ̀ nǒ’â›”.
§45 Bkwà›bǐ gyàg dèts bǐ gwìbǐ. Txì bzènybǐ txǐ’ rtxìgà’yà›zlò xnǎnbǐ nàxsɨ̀t blwì›bǐ byù’bǐ gyù’. Txǐ’ rèbǎ, “xǐgùkù›” rèbǎ “¡xǐnǐn nàkù›!” rèbǎ “mbâ’ tè›gà› xǐ slwì›â› lì›gâ” rèbǎ.
§46 Bgwì›bǐ rǎtè› dì›ẍ lò bǎ kùn lò xpè’kw bǐ, rèbǐ “kɨ̌ty nà›rà’ nì ryědâ› dì›tè› rǎ txì
rě› nì bdɨ̀›d” rèbǐ, “là›w kǎd gùkbè’w byù’ tɨ̀ bětx nì byěd” rèbǐ, “nà›rà’ bà btxàgà› rùnâ› màndâd nì rùn nà›rà’ nì bxè›lâ› là›mǎ byèdmǎ” rèbǐ.
§47 “¡Ày!” rèbǎ “nǐlá sûs rùnmǎ màndâd”, “rtxìgà’ dǐs lòâ› xǐgùkù› nì rùnyà›zù› màndâd”.
§48 “Dûr bzǒb” rèbǎ “tí gâ›w gèt” rèbǎ “tí kǎd gàtyù›” rèbǎ. Sɨ̌’ rìlò tâbrě›.
JUAN FLOJO
Traducción: Ana Laura Arrieta Zamudio 6
§1 Hace muchos días hubo un niño llamado ‘Juan Flojo’. Él flojeaba al hacer el trabajo que su mamá le ordenaba. Él flojeaba al hacer el mandado. Entonces, hubo un día en que su mamá le dijo: “no, no te daré más trabajo” dijo ella; “sólo leña vas a recoger en el monte” dijo; “para que yo pueda agarrar tortillas, para que comamos” le dijo a él; “así, yo haré tortillas para que comas” dijo ella.
§2 Ella le dio un mecapal y un hacha para que fuera a recoger la leña en el monte. También, le dio una ánfora para que metiera el agua y que pudiera beber y así no tener sed. Ella decía: “no te vas a llevar tortillas” decía; “para que te apures”.
§3 El gran flojo estaba saliendo de la orilla del cerro, él subía al cerro y se iba; siempre andaba con su perro de nombre Canelo en el monte, él lo acompañaba para que nadie lo espantara; así una y otra vez iba al monte, iba a agarrar leña. Cuando llegaba con su perro al monte donde recogía la leña, allí estaba un Sabino grande y había una hermosísima laguna donde nacía el árbol.
§4 No cargaba agua dentro de su ánfora, él tomaba agua de la laguna que estaba abajo del árbol en la orilla del cerro al que iba. Sólo cuando regresaba, entonces llenaba su ánfora de agua y bebía en el camino. Cuando llegaba a la entrada de su casa, entonces su mamá bebía un poco de esa agua y le preguntaba: “¿de dónde agarras esa agua?” decía ella; “Jesús, es muy sabrosa”.
§5 Entonces le platicó a ella, él dijo: “en la orilla del cerro a donde voy a agarrar la leña, allí está una toma de agua grandísima” dijo; “sobre esa toma, te asombrarás” dijo; “hay hermosísimos, ciegamente hermosos animales” dijo; “hay tortugas grandes, hay tortugas pequeñas, hay peces pequeños, hay chinches pequeñas, hay aves, hay renacuajos, hay ranas”; “Jesús, es muy hermoso cuando todas las ranas empiezan a cantar” le dijo a ella.
§6 “Cuando ya son las ocho o nueve de la mañana” le dijo a ella; “entonces todo tipo de mariposas se juntan en la orilla de la toma de agua” le dijo; “mariposas azules, mariposas amarillas, mariposas rojas y mariposas pintas se juntan allí para beber agua”.
§7 “También en las noches, bajan los animales de la hierba a beber agua a la orilla de la toma” dijo él; “por la mañana cuando iba llegando cerquita de la orilla de la toma que está en la orilla del cerro con mi perro Canelo” dijo; “fuimos y pudimos ver a algunos animales que estaban allí bebiendo agua en la orilla; vi un venado, vi un mapache, vi algunos zorrillos, vi tejones; ya casi llegábamos a la orilla de la toma cuando los animales nos olieron, todos los animales corrieron, subieron a la hierba y al árbol y se fueron”. “Ay” le dijo ella a él “¿cómo conoces a todos aquellos animales?” dijo ella. Entonces él dijo: “ves que yo soy gente de monte” le dijo.
§8 “ ¡Ay! niño” le dijo ella a su hijo; “ves a aquellos animales, te asombras en la orilla de la laguna” dijo ella; “y ¿a qué hora recoges la leña, la traes y juntas la tortilla para que comamos?” dijo.
§9 Pero entonces, no le platicó a su mamá que, sobre el sabino que está en la orilla de la toma de agua, había un zopilote macho muy viejo. Cada vez que él iba a recoger la leña, el zopilote siempre estaba sentado sobre aquel árbol grande. Se veía que ya habían envejecido por completo las plumas del animal; a cada rato, desdoblaba el animal sus viejas alas, de un lado a otro, de un lado a otro el animal las desdoblaba; se comía las pulgas de su cuerpo y se sentaba en la punta del árbol.
§10 Todos los días, iba a recoger la leña en la orilla del cerro pero tenía que ir a ver a los animales que había en el agua. Cuando iba, en cuanto llegaba a la orilla de la toma, se acostaba y bebía agua.
§11 Cuando terminaba de beber agua, entonces platicaba con los animales, les decía:
§12 “¡Cuán hermoso!, estoy asombrado por ustedes, están ustedes muy sanos” decía él; “cuán bien están ustedes, cuán sabroso están” le decía a todos los animales; “en esa mismita agua está lo que comen, lo que beben” decía; “pero yo todos los días, siempre tengo que cargar mi ánfora, siempre tengo que cargar mi mecapal para ir a recoger la leña, para que mi mamá coma tortilla”, él le decía a los animales.
§13 Cuando terminaba de platicar con los animales, entonces se acostaba con su perro Canelo abajo del árbol y se iba al sueño. Cuando se despertaba, empezaba a recoger la leña, completaba su leña y la metía adentro del mecapal, llenaba de agua el interior de su ánfora, cargaba su leña, se colgaba su ánfora en el brazo y se bajaba del cerro, llevando la leña para la tortilla. Así una y otra vez, iba a la orilla del cerro a agarrar la leña. Ya se empezaba a cansar de aquella leña.
§14 Entonces, hubo un día en que le dijo a su perro: “ahora sí” le dijo; “mañana te quedarás en la casa” dijo; “cuando veas que ya es muy tarde, entonces subirás al cerro y vendrás por mí” le dijo al perro. “Bueno, bueno” le dijo el perro a él. Cuando amaneció subió al cerro y se fue a recoger la leña.
§15 Pero Juan el Flojo tenía una idea diferente, no quería ir Juan al mismo tiempo con su perro; ya se había cansado de ir a recoger la leña en la orilla del cerro. Entonces, tempranito, tempranito, subió Juan al cerro y se fue.
§16 Juan llegó a la orilla del cerro, el sol alumbraba la punta de los cerros de a lado. Juan fue a platicar con los animales que estaban en la superficie del agua otra vez. Juan le dijo a los animales: “ahora sí” dijo Juan; “yo voy a platicar con el gran viejo zopilote macho, si el señor zopilote permite que cambiemos nuestra apariencia” dijo Juan; “ay, entonces así todos los días veré qué hacen ustedes sobre el agua” le dijo a los animales; “porque yo ya estoy muy cansado, todos los días vengo a recoger la leña para poder comer tortilla” le dijo a los animales.
§17 Entonces, Juan agarró camino, se subió al árbol y se fue. Ya casi llegaba Juan a la punta del árbol donde estaba sentado el viejo zopilote macho y le dijo al zopilote.
§18 “Señor zopilote” dijo él; “quiero que platiquemos” le dijo al animal; “hace mucho tiempo que yo recojo esta leña” le dijo; “miro cuán sabroso vives” dijo; “todos los días que vengo a recoger la leña, siempre estás sentado” dijo; “no veo que hagas mandados, no veo que vueles, no veo que bajes a beber agua, no haces nada” dijo; “cuán calmadamente vives” le dijo al zopilote.
§19 “Ojalá fuera así como tú” le dijo al zopilote; “con gusto me sentaré sobre ese árbol” dijo él; “nadie me mandará, nadie me va a hacer enojar” dijo; porque ahora, si no vengo a recoger la leña, mi mamá no me dará de comer tortilla” le dijo al zopilote.
§20 “Ahora estoy pensando” le dijo al zopilote; “si me permites cambiaremos nuestra apariencia” le dijo; “ya lo pensé, ya estoy cansado de cargar leña” dijo él; “ya me cansé de recoger leña” le dijo al zopilote.
§21 El zopilote le dijo a él: “ ¡ay! tú Juan” dijo el animal; “creerás que yo soy muy precario, vivo ciegamente precario” dijo; “tú te paras sobre el árbol” dijo; “pero yo me siento todos los días, aquí me siento” dijo el zopilote; “porque aquí es muy vistoso” dijo; “todo el pueblo que está allá abajo se ve desde aquí” dijo el zopilote.
§22 “Yo vivo muy precariamente” dijo el zopilote; “yo, cada ochenta días, entonces como” dijo; “yo le ordeno a todos los zopilotes, por eso siempre me siento aquí” dijo el zopilote.
§23 “Tú eres el que vive bien” dijo el zopilote; “todos los días, comes tortilla blanda que está recién bajada del comal” dijo; “todos los días bebes atole caliente, en todo te consiente tu mamá” dijo; “de mí, quién demonios se apiada, quién demonios me consiente así como a ti” dijo el zopilote.
§24 Cuando terminó Juan de escuchar todas las palabras del animal, Juan le dijo... “no” dijo Juan; “sí, ya lo pensé, si me permites, cambiaremos nuestra apariencia” le dijo al zopilote; “porque yo, ya no puedo más cargar leña” dijo; “ya me cansé” dijo él.
§25 “Pero de verdad, ¿tú sí lo pensaste?” le dijo el zopilote; “porque yo nací precario, soy zopilote” le dijo el zopilote; “ya dije cada cuando comerás” dijo; “más aún” dijo; “yo soy el padre de todos los otros zopilotes, yo les ordeno” dijo; “primero, primero yo comeré y entonces comerán los otros” dijo el zopilote.
§26 “Si en realidad lo vas a hacer” dijo el animal; “entonces te platicaré todo lo que harás para que puedas comer” dijo. “Entonces lo haré, pues” dijo Juan; “no estoy jugando” le dijo al animal. “Bien, pues” le dijo el zopilote.
§27 “Yo le ordeno a todos los zopilotes” dijo el animal; “aquí es mi casa, siempre” dijo; “yo” dijo; “cada ochenta días, entonces como” dijo; “siempre te vas a sentar aquí” dijo; “entonces darás un vistazo a la orilla del pueblo que está abajo” dijo; “tempranito, tempranito, si ves que el humo se está haciendo en la orilla del pueblo” dijo; “no lo pienses dos, tres veces, ¡vuela al camino, sal, ve allá!” dijo; “acaso esté algún burro allí” dijo; “acaso esté un perro allí o algún toro” dijo el zopilote.
§28 “Lo que sea que esté allí” dijo el zopilote; “primero, primero sus ojos te comerás” dijo; “con que puedas comerte los dos ojos, ¡ay! entonces corre, sal a un lado” dijo; “porque en ese momento, los otros zopilotes llegarán”. “Cuando terminen de comer los zopilotes” dijo; “si hay algo que quedó, entonces te comerás la carne sobrante los huesos” le dijo el animal al niño. “Cuando termines, vendrás caminando a este árbol” dijo el zopilote; “porque hay muchos zopilotes que quieren ser el líder, así como yo” dijo; “pero hasta que yo esté acabado, entonces verán quién se quedará” dijo. “No te preocupes” le dijo él al animal; “todo eso haré” dijo él.
§29 Entonces, empezaron a cambiar de apariencia. Cuando terminaron de hacerlo, le dijo el animal: “cuidado” le dijo; “ahora sí, hasta cuando se hagan ochenta días, entonces preocúpate por los dos ojos de los animales en tu panza”. “Bueno” dijo él.
§30 “Entonces, ¿yo qué haré cuando llegue a la entrada de tu casa?” el animal le dijo a él. Entonces, Juan le dijo: “haz todo el mandado que te pedirá mi mamá” dijo; “para que todos los días comas tortilla” dijo. “Irás a recoger la leña, llevarás un cántaro a la orilla del río, entonces, traerás agua” le dijo él al zopilote; “porque ella agarra el agua y prepara atole” le dijo.
§31 Terminó así el animal de recibir indicaciones, terminó Juan de recibir in dicaciones. Entonces, el niño -zopilote se quedó sobre aquel árbol dando un vistazo a la orilla del pueblo a ver a qué hora se hacía un humo. Cuando el zopilote-niño se bajó, empezó a recoger la leña y cuando logró recogerla su perro Canelo llegó. Su perro dijo; “¡ay! qué hiciste que ya pudiste recoger la leña, sólo estabas acostado abajo de ese árbol cuando llegué” le dijo el perro a aquél ‘Juan’.
§32 Pero el perro no veía entonces que Juan y el zopilote habían cambiado de apariencia. No veía que estaba platicando con el zopilote. “Ajá” dijo el zopilote-niño, “ya terminé de recoger la leña” dijo el zopilote-niño “porque ya tengo hambre”. Cargó la leña, bajó repentinamente del cerro y se fue con su perro.
§33 Cuando llegó el zopilote-niño, su mamá le dijo: “ay” dijo ella; “ya llegaste” dijo; “apúrate, hijo mío” dijo; “ven a beberte el atole de trigo que preparé” dijo; “tengo una tortilla caliente sobre el comal que preparé para que comas” le dijo a ‘Juan’. Él (zopilote-niño ) se alegró porque iba a comer todo lo que dijo su mamá, se sentó en la orilla de la fogata y empezó a comerse todo eso. De veras se veía cómo se le resbalaba rápidamente esa tortilla con aguacate. En un ratito se acabó todo el atole y por arte de magia se acabó toda la tortilla con aguacate.
§34 Se asombraba su mamá, “¿ahora?” dijo ella; “parece que es la primera vez que te estás alimentando porque comes muy sabroso” le dijo a él. Entonces el zopilote-niño le dijo a ella: “no sé, pero te asombrarás” dijo; “tengo mucha hambre, estoy ciegamente hambriento” dijo. “Termina de comer” dijo ella; “para que vayas a la orilla del río a agarrar un cántaro con agua” dijo ella; “porque ya se acabó”. “Bueno” le dijo el zopilote-niño, terminó de comer tortilla, tomó sus cántaros, los colgó en su brazo y entonces se fue a agarrar agua.
§35 En un ratito, el zopilote-niño llegó con el agua; en un ratito, llenó la olla donde ella guardaba su agua. “Ahora que ya terminaste” dijo ella; “suelta a los pollos y aliméntalos, dales maíz, corta alfalfa y pónsela a los animales”. “Bueno” dijo el zopilote-niño. Por este y por ese camino se estaba moviendo y hacía el mandado, ella estaba asombraba, ¿qué se hizo Juan? , ¡Jesús! , le ponía atención a sus palabras.
§36 Todas las mañanas subía al cerro y traía la leña de la orilla del cerro. Así una y otra vez, pasó una semana, pasaron dos semanas, pasaron tres semanas y el zopilote que se hizo niño hacía muchos mandados, cuán endiabladamente hermoso hacía el animal el trabajo.
§37 Cuando pasó un mes, cuando pasó un mes y medio, el niño que se hizo zopilote ya no aguantaba más estar con hambre. Entonces el niño -zopilote le dijo al zopilote-niño: “ahora sí” dijo él; “ya no me veo aguantando más estar hambriento” dijo; “te asombrarás, pero me estoy muriendo de hambre” dijo.
§38 “Si me permites, no traigas a tu perro mañana” dijo el niño -zopilote; “si me permites, mañana sólo nosotros cambiaremos nuestra apariencia otra vez” le dijo Juan al zopilote; “ya no podré volar si veo el humo haciéndose” dijo él. “Bueno” le dijo el zopilote-niño; “tempranito, tempranito llegaré” dijo.
§39 Cuando amaneció el zopilote-niño llegó abajo del sabino y dijo: “baja aquí ahora”. “Bueno” dijo el niño -zopilote y se bajó corriendo. El niño -zopilote le dijo al zopilote-niño: “por último, por favor ¿puedes recoger la leña que llevaré? , yo no la podré recoger” dijo; “porque ya se me está terminando el aire que tengo” dijo el niño -zopilote.
§40 “Bueno” dijo el zopilote-niño. En un ratito recogió la leña, le puso el mecapal y se fue con el niño, terminó de poner la leña en el mecapal y entonces empezaron a cambiar de apariencia mutuamente.
§41 Cuando terminaron de cambiar de apariencia, entonces el zopilote dijo: “haz muy bien todo el mandado que te ordene tu mamá” dijo; “ella, ¡Jesús! , es buena, me consintió mucho” dijo el zopilote; “ya no vas a flojear más, harás lo que ella te ordene, para que todos los días comas tortilla” dijo el animal.
§42 “Veme a mí, cada cuándo comeré dos ojos de animales muertos” dijo el zopilote. “¡Ah! ” dijo él “¡ay! ahora sí haré muchos mandados” dijo Juan.
§43 Cuando Juan vio al zopilote, cuán ciegamente hermosas quedaron sus plumas, cómo alumbraba el cuerpo del animal. El zopilote le dijo a Juan: “corre, apúrate” dijo; “para que comas tortilla, porque estás muy huesudo” dijo; “porque si no en un ratito, en el camino, aunque ningún humo se haga, comeré dos ojos humanos” dijo y entonces, él se encogió todo, se rio con Juan; el animal dijo eso porque lo vio muy huesudo de tener tanta hambre. Así dos, tres veces, agitó sus alas el zopilote y se subió a su árbol donde se sentó.
§44 Ya estaba cargando Juan la leña y ya se estaba yendo, cuando llegó su perro: “tú, ¿ya terminaste? para que ya nos vayamos” dijo el perro; “ajá” dijo Juan. Se asombró mucho su perro, cuán huesudo se veía: “¿qué te hiciste? ” dijo el perro; “¡cómo estás! ” dijo. “Al ratito cuando lleguemos, lo sabrás” dijo Juan; “porque ahora, ya no tengo aire” .
§45 Juan puso la leña en su espalda y se fue. Cuando llegó, su mamá se asombró mucho al verlo tan huesudo entrar a la casa. Entonces, ella dijo: “¿qué te hiciste? , ¡cómo estás! ” dijo; “por la mañana nada que te vi así” dijo.
§46 Entonces, Juan le platicó todo a ella y a su perro, dijo él: “yo no era el que venía todos estos días que pasaron” dijo; “tú, ¿no te diste cuenta?, era un zopilote el que venía” dijo; “yo ya me cansaba porque hacía el mandado que tú me pedías, por eso mandé al zopilote para que viniera” dijo él.
§47 “¡Ay! ” dijo ella; “con razón, ¡Jesús! , el zopilote hacía el mandado; me asombraba, ¿qué te habías hecho que hacías muchos mandados?”.
§48 “Rápido, siéntate” dijo ella; “para que comas, para que no te mueras”. Así termina este cuento.
JUAN FLOJO
Traducción: Federico Luis Gómez 7
§1 Hace mucho tiempo hubo un niño que se llamaba Juan el Flojo. A él le daba flojera hacer el trabajo que le ordenaba su mamá. Le daba flojera hacer el mandado. Entonces un día su mamá le habló. “Ya no te voy a ordenar que trabajes mucho”, le dijo. “Sólo vas a recoger leña en el monte”, le dijo. “Para que pueda hacer tortillas para que comamos” le dijo a él. “Para que yo te pueda dar de comer”, le dijo.
§2 Le dió un mecapal con una hacha para que fuera a recoger leña en el monte, también le dio una ánfora para su agua, “para que no tengas sed”, le dijo. “No te vas a llevar tortilla para que te apures”.
§3 El flojo grande está saliendo en la punta del cerro, él va subiendo el cerro, siempre va acompañado de su perro el Canelo al monte, él es su compañero para que nadie lo espante en el monte, así una y otra vez va al monte a traer leña. Cuando llega con su perro en el monte se va a recoger la leña, ahí se sienta bajo un sabino grande, bajo el sabino hay una hermosísima laguna.
§4 No cargaba el agua en su ánfora, él toma el agua que hay abajo del sabino que está en la punta de aquel cerro, sólo cuando regresa es cuando llena su ánfora de agua para que beba en el camino, cuando llega a su casa, su mamá toma un poco de su agua, su mamá le pregunta dónde traes el agua, Jesús, sabe muy rico.
§5 Entonces le platica, le dice, en la punta del cerro donde recojo la leña ahí hay una laguna muy grande, le dice, en esa laguna, ahí te asombrarás le dice, hay hermosos, ciegamente hermosos animales, hay tortugas grandes, hay tortugas pequeñas hay pequeños pececillos, hay chinches de huevo, hay renacuajos, hay ranas, es muy hermoso cuando todas las ranas empiezan a cantar, le dijo a ella.
§6 Cuando ya eran como a las ocho o nueve de la mañana, le dijo a ella. Entonces todo tipo de mariposas se junta en la orilla de esa laguna, le dijo a ella. Mariposas azules, mariposas amarillas, mariposas rojas, mariposas coloradas se juntan para beber agua, le cuenta a ella.
§7 También, en las noches se bajan animales del monte a beber agua en esa laguna, le cuenta a ella. En la mañana, cuando íbamos llegando con mi perro Canelo cerca de la orilla de la laguna que está en la boca del cerro, aún logramos ver algunos animales que estaban bebiendo agua en aquella laguna. Vi un venado, vi un mapache, vi algunos zorrillos, vi un tejón, todavía no llegábamos a la orilla de la laguna cuando nos olieron, todos corrieron, subieron en el monte y se fueron. Ay, le dijo a él, cómo es que conoces todos esos animales. Entonces, él le dijo, ves que yo soy gente de campo, le dijo a ella.
§8 Ay niño, le dijo ella a su hijo, mejor te quedas viendo a esos animales en esa laguna, y a qué hora vas a recoger leña para traerla y preparar la tortilla.
§9 Pero no le contó a su mamá que sobre el sabino que está en la orilla de esa laguna, hay un zopilote muy viejo, cada vez que va a recolectar leña siempre está en aquel árbol grande. Claramente se ve que ya envejeció su plumaje, a cada rato, a cada rato estira sus viejas alas, de un lado a otro, de un lado a otro, las estira, cómo se come las pulgas en su cuerpo al sentarse en la punta de ese árbol.
§10 Todos los días, todos los días, recolecta leña en la punta de ese cerro. Pero tiene que ir a ver a los animales que hay en esa laguna cuando va, en el momento que llega, en la orilla de la laguna, se recuesta para beber agua.
§11 Cuando termina de beber agua, entonces platica con ellos, le dice a ellos.
§12 Cómo los admiro a ustedes, en mucha abundancia viven, qué bueno les pasa, qué bien viven ustedes, les dice a todos los animales, en esa misma agua tiene su comida, qué beber, les dice, pero yo todos los días tengo que venir cargando mi ánfora, tengo que cargar mi mecapal, tengo que cargar mi hacha para recoger leña, para que mi mamá me dé tortilla para comer, les dice a ellos.
§13 Cuando termina de platicar con ellos, entonces se acuesta con su perro Canelo abajo de aquel árbol, mucho tiempo se duerme, cuando se despierta, empieza a recolectar leña, completa su leña y entonces la mete en el mecapal, se llena su ánfora, carga su leña, se cuelga su ánfora en el brazo y se baja del cerro a llevar la leña a su casa para que su mamá prepare la tortilla; así una y otra vez, así una y otra vez, va a la punta del cerro a traer leña; ya se empieza a cansar con esa leña.
§14 Entonces, hubo un día en que le dijo a su perro, ahora sí, le dijo a él, mañana te vas a quedar en la casa; cuando veas que ya muy es tarde entonces te subirás al cerro y vendrás por mí, le dijo a él. Está bien, le dijo el perro. Cuando amaneció subió al cerro a recolectar leña.
§15 Juan el Flojo otra idea tiene Juan, por eso Juan no quiere ir con su perro al mismo tiempo, ya se cansó Juan de recolectar leña en la punta de aquel cerro, entonces tempranito, tempranito, se fue Juan al monte.
§16 Juan llegó al monte cuando el sol alumbraba la punta de los cerros de a lado. Fue Juan a platicar con los animales que están en el agua otra vez, le dijo Juan a ellos, ahora, le dijo Juan, yo voy a platicar con el viejo señor zopilote, si el señor zopilote accede a cambiarnos la ropa, le dijo Juan, entonces todos los días veré que hacen en esa agua, le dijo a ellos. Porque ahora ya estoy muy cansado porque todos los días vengo a recolectar leña para que así pueda yo comer tortilla, les dijo a ellos.
§17 Agarró Juan el camino y se subió al árbol, cuando Juan ya casi llegaba a la punta del árbol donde estaba sentado aquel zopilote viejo, le dijo a él.
§18 Señor zopilote deseo platicar algo contigo, le dijo, hace mucho tiempo recolecto leña en este lugar, le dijo, te he observado que vives de maravilla, todos los días que vengo a recolectar leña siempre estás sentado ahí, no te veo hacer quehacer, no te veo volar, no te veo bajar a tomar agua, no haces nada, qué calmadamente vives.
§19 Ojalá pudiera ser como tú, le dijo al zopilote, con gusto me sentaré sobre las ramas de este árbol, nadie me va a mandar, nadie me hacer enojar, porque ahora si no vengo a recolectar leña mi mamá no me dará de comer, le dijo al zopilote.
§20 Ahora estoy pensando algo, le dijo a él, si me permites intercambiemos nuestra ropa, le dijo, ya lo pensé seriamente, ya estoy cansado de cargar leña, ya me cansé de estar recolectando leña.
§21 El zopilote le dijo a él, no Juan sólo tu percibes eso, yo vivo muy precariamente, vivo más ciegamente precario; ciertamente dices sobre este árbol estoy sentado todos los días, pero aquí estoy sentado porque aquí es vistoso, todito el pueblo que está allá abajo se ve desde este árbol.
§22 Yo sobrevivo castigadamente. Cada ochenta días como, le dice. Yo mando a todos los demás zopilotes por eso siempre me siento en este lugar.
§23 Tú eres el que vive bien, le dijo el zopilote, todos los días comes tortilla blandita que recién se baja del comal, todos los días tomas atole caliente, de todo te consiente tu mamá, le dijo. A mí quién demonios me consiente, quién demonios me va a consentir como a ti, le dijo el zopilote.
§24 Cuando terminó Juan de escucharle todo al zopilote, Juan le dijo... no, ya lo pensé bien, si tú me lo permites cambiaremos de ropa, porque ya no aguantaré mucho cargando la leña, ya estoy cansado, le dijo.
§25 Pero, ¿verdaderamente lo pensaste? le dijo el zopilote a él, porque ser zopilote es castigadamente precario le dijo el zopilote a él. Ya te dije, le dijo el zopilote, cada cuándo comerás, aún más yo soy el padre de todos los demás zopilotes, yo mando, le dijo, primerito yo comeré y después comerán los demás.
§26 Si realmente me estás diciendo la verdad, entonces para platicarte todo lo que tienes que hacer para que logres comer. Claro que sí, le dijo Juan, no estoy jugando, le dijo al zopilote.
§27 Yo mando a todos los demás zopilotes, siempre aquí es mi casa, cada ochenta días como, siempre te vas a sentar aquí. Entonces, vas a observar en la orilla del pueblo que está allá abajo, tempranito, tempranito, si llegaras a ver que se está haciendo humo en la orilla del pueblo, no lo pienses dos, tres veces, sales volando hacia ese lugar, le dijo, ojalá encuentres un burro, le dijo, un perro, o alguien muerto.
§28 Quien sea que esté ahí, primeramente, primeramente te comerás sus ojos, con que logres comerte sus dos ojos entonces saldrás corriendo a hacerte a un lado porque en ese momento llegarán el resto de los zopilotes. Cuando terminen de comer esos zopilotes, si algo sobró, entonces comerás las carnes que tienen los huesos sobrantes, le dijo a aquel niño. Cuando acabes vendrás corriendo sobre este árbol otra vez, porque hay muchos zopilotes que desean ser abuelos como yo, pero hasta que me muera entonces verán quién se quedará. No te preocupes, le dijo el niño al zopilote, haré todo eso.
§29 Empezaron a cambiarse de ropa; cuando terminaron de cambiarse la ropa dijo el zopilote, cuidado, dijo, ahora sí hasta dentro de ochenta días tendrás dos ojos de aquellos animales en tu panza, le dijo al niño. El niño le dijo, está bien.
§30 ¿Yo qué haré cuando llegue a tu casa? le preguntó el zopilote. Haz todo el mandado que te hará mi mamá para que comas todos los días. Irás a recoger leña, llevarás un cántaro para traer agua en el río porque esa agua la ocupa para preparar atole.
§31 Terminó de recibir las indicaciones el zopilote, terminó de recibir las indicaciones Juan. El niño zopilote se quedó sobre el árbol, observando alrededor del pueblo para ver a qué hora se levantaba el humo. El zopilote niño se bajó del árbol a recolectar la leña, cuando terminó de juntar la leña, su perro Canelo llegó.
§32 Ese perro no sabía que Juan y el zopilote intercambiaron de ropa, no sabía que estaba platicando con el zopilote. Sí, dijo ese zopilote niño, ya terminé de recolectar la leña, porque ya tengo hambre. Cargó su leña y se bajó del cerro con su perro.
§33 Cuando llegó, su mamá le dijo: oh ya llegaste, apúrate hijo mío vente a tomar atole de trigo que te preparé, tengo tortillas calientes sobre el comal para preparar tortillas remojadas en aguacate, le dice a Juan. Se contenta mucho el muchacho porque va a comer todo lo que le dijo su mamá, se sentó a la orilla de la fogata, empezó a disfrutar todo ese platillo, se veía cómo se tragaba desmayadamente esa tortilla en aguacate. En un ratito se acabó su atole y su aguacate con tortilla.
§34 Se asombra su mamá, ¿ahora? parece que ésta es la primera vez que estás comiendo algo muy sabroso, le dijo; entonces el zopilote niño le dijo: te sorprenderás pero tengo hambre, traigo un hambre ciegamente. Termina de comer, le dijo su mamá, para que vayas al río a traer algunos cántaros de agua porque la que tengo ya se acabó. Terminó de comer, tomó sus cántaros, los colgó de sus brazos y se fue por agua.
§35 En un ratito ya llegó con el agua, en un ratito llenó la olla de agua de ella. Ahora que ya terminaste, le dijo, suelta a los pollos y les das de comer, dales maíz, corta alfalfa y dáselas. Por aquí y por allá se mueve haciendo lo que le ordenaba su mamá, ella solamente se asombra, qué le pasó a Juan, a todo hace caso.
§36 Todos los días, todos los días, se sube al monte a traer leña en la punta de ese cerro. Una y otra vez, una y otra vez, se hizo una semana, se hicieron dos semanas, se hicieron tres semanas y el zopilote que se hizo niño cómo trabaja endiabladamente.
§37 Cuando se hizo un mes, cuando se hizo un mes y medio, el niño que se convirtió en zopilote ya no aguanta el hambre. Entonces, le dijo al zopilote niño, le dijo: parece que no voy a soportar tanta hambre, le dijo, te sorprenderás pero me estoy muriendo de tanta hambre, le dijo.
§38 Por favor mañana no traigas al perro, por favor mañana mejor nos cambiaremos la ropa nuevamente, le dijo Juan al zopilote; ya no podré volar si veo un humo, le dijo el niño. Está bien, le dijo el zopilote; tempranito, tempranito llegaré, le dijo el zopilote.
§39 Cuando amaneció el zopilote niño llegó abajo de ese sabino. Bájate ahora, le dijo. Está bien, le dijo el niño, corriendo se bajó, el niño zopilote le dijo, como último favor ¿me puedes recoger la leña que me voy a llevar?, le dijo el niño, ya no lo podré hacer, dijo, ya se me está terminando el aire.
§40 Está bien le dijo el zopilote niño. En un ratito recolectó todo. Le puso el mecapal a su leña, terminó de preparar la leña y entonces empezaron a cambiarse de ropa y de plumaje.
§41 Cuando terminaron de cambiarse de ropa el zopilote le dice al niño: haz bonito todo lo que te ordena tu mamá, el zopilote dice; ella es muy buena persona, me consintió mucho; que ya no te dé flojera hacer todo lo que te ordene, para que todos los días te dé de comer.
§42 Mírame a mí, le dijo el zopilote, cada cuándo tendré que comer sólo dos ojos de alguien. Ah, ahora sí voy a hacer mucho quehacer, dijo el niño.
§43 Cuando el niño miró al zopilote vio cómo ciegamente quedó su hermoso plumaje, cómo hasta deslumbra de tanto brillo. El zopilote le dice al niño: corre vete para que comas porque ya estás muy esquelético, si no al ratito aunque no se levante el humo voy tener que comer dos ojos humanos y se empieza a reír a carcajadas el zopilote. Así le dijo al niño porque quedó muy huesudo después de no comer durante mucho tiempo. Con dos, tres aleteos se subió sobre su árbol.
§44 Ya casi cargaba su leña cuando llegó su perro, le pregunta: ¿ya terminaste para que nos vayamos?, sí le dijo. Se sorprende mucho su perro al verlo así tan esqueletito, ¿qué te pasó? le dijo, mírate cómo estás, le dijo. Al rato cuando lleguemos lo sabrás, le dice a su perro, porque ahora ya no tengo más aire.
§45 Puso la leña sobre su espalda y se fue, cuando llegó se asombra tanto su mamá al verlo tan huesudo entrando a la casa, su mamá le dice: ahora, ¿qué te pasó? , le dice, mírate cómo estás, y en la mañana no me pareció verte así.
§46 El niño le contó todo a ella y a su perro, le dice, yo no era el que venía todos estos días que pasaron, ¿no te diste cuenta que el que vino era un zopilote?, yo ya estaba muy cansado de hacer todo lo que me ordenabas por eso lo mandé.
§47 Oh, le dice su mamá, con razón obedecía mucho, hasta me asombraba que qué te había pasado por eso trabajabas mucho.
§48 Apúrate a sentarte, le dice su mamá, para que comas, para que no te mueras, le dice su mamá. Así termina el cuento.
JWÂN̈Y PLÔG. Análisis morfológico y glosas
Narración: Federico Luis Gómez
Glosas y traducción: Ana Laura Arrieta Zamudio
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Abstract
Main Text
Introducción
El zapoteco de San Pablo Güilá (SPG)
Ortografía, transcripción tonal y fuentes
Generalidades del cuento
Traducción de Federico Luis Gómez: 3
Traducción de Ana Laura Arrieta Zamudio:
JWÂN̈Y PLÔG
JUAN FLOJO
JUAN FLOJO
JWÂN̈Y PLÔG. Análisis morfológico y glosas