López Férez, Juan Antonio (ed.), Galeno. Lengua, composición literaria, léxico, estilo, Madrid, Ediciones Clásicas, 2015, 444 págs.

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Germán Santana Henríquez

Resumen

Las cuatrocientas cuarenta y cuatro páginas que componen este libro dan buena cuenta de los veintidós trabajos, distribuidos en cinco apartados, a saber, lengua (tres estudios), composición literaria (cinco), léxico (diez), estilo (tres), y la polémica de la medicina frente a la astrología (uno), de investigadores de cinco países (España, Francia, Holanda, Italia y usa). Se trata, por tanto, de un libro global, escrito y presentado en cuatro lenguas distintas: español (quince contribuciones), italiano (cuatro trabajos), francés (dos aportaciones) e inglés (uno). Además, tiene una nota previa del editor del mismo, Juan Antonio López Férez, catedrático emérito de Filología Griega de la Universidad Nacional de Educación a Distancia de Madrid, de los correspondientes resúmenes en inglés, y de cinco índices de gran utilidad en el manejo de los datos: I. Pasajes citados; II. Autores y obras; III. Otros nombres propios notables; IV. Otros términos relevantes y V. Léxico.

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Santana Henríquez, G. «López Férez, Juan Antonio (ed.), Galeno. Lengua, composición Literaria, léxico, Estilo, Madrid, Ediciones Clásicas, 2015, 444 págs.». Noua Tellus, vol. 34, n.º 2, abril de 2017, pp. 157-64, doi:10.19130/iifl.nt.2016.34.2.747.
Sección
Reseñas bibliográficas
Biografía del autor/a

Germán Santana Henríquez, Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, España

Doctor en Filología Clásica; profesor titular en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria; sus investigaciones se centran en lengua griega, historiadores griegos y humanismo. Algunos de sus libros publicados son Cine y literatura (Madrid, Ediciones Clásicas, 2012); Tradición clásica y literatura española (Las Palmas de Gran Canaria, sppd, 2001). 

Las cuatrocientas cuarenta y cuatro páginas que componen este libro dan buena cuenta de los veintidós trabajos, distribuidos en cinco apartados, a saber, lengua (tres estudios), composición literaria (cinco), léxico (diez), estilo (tres), y la polémica de la medicina frente a la astrología (uno), de investigadores de cinco países (España, Francia, Holanda, Italia y usa). Se trata, por tanto, de un libro global, escrito y presentado en cuatro lenguas distintas: español (quince contribuciones), italiano (cuatro trabajos), francés (dos aportaciones) e inglés (uno). Además, tiene una nota previa del editor del mismo, Juan Antonio López Férez, catedrático emérito de Filología Griega de la Universidad Nacional de Educación a Distancia de Madrid, de los correspondientes resúmenes en inglés, y de cinco índices de gran utilidad en el manejo de los datos: I. Pasajes citados; II. Autores y obras; III. Otros nombres propios notables; IV. Otros términos relevantes y V. Léxico.

El primero de los trabajos lleva la rúbrica de Antonio Lillo, de la Universidad de Murcia, con “Aspectos sintácticos de la lengua de Galeno” (pp. 11-27), donde se pone de manifiesto que la prosa científica griega no cuenta con muchos estudios dedicados a la lengua en cualquiera de sus facetas. El propio Galeno nos indica que se sirve de la koiné, sin mayores matizaciones, lo que permite pensar en usos de lenguas típicos de la época. No resulta fácil intentar caracterizar una obra tan amplia como la de Galeno a partir de una serie de rasgos de lengua, en este caso de usos sintácticos, ya que son muchos los resortes y recursos que se entremezclan. Galeno utiliza una koiné culta, no exenta, por tanto, de giros considerados cultos en su época. La clave para caracterizar sus escritos, en este caso desde el punto de vista sintáctico, está dada por el grado en que se sirve de giros evitados de manera especial por los aticistas. El nivel de lengua de nuestro autor se sitúa en esa koiné no aticista, que es lo que cabe esperar de textos de prosa científica, cuyos intereses están en función de una trasmisión de conocimientos de forma clara e inmediata, sin elementos distorsionadores de la realidad debido a la utilización de recursos retóricos. Por eso dentro de la koiné hay que distinguir niveles de lengua.

El segundo de los estudios lleva la firma de José Vela Tejada, de la Universidad de Zaragoza, con “Koiné y aticismo: pautas de análisis lingüístico en Galeno. De antidotis” (pp. 29-44), donde se concluye que este proceso de interacción e integración entre los dos niveles de la lengua, y de tensión entre ambos, parece argumento suficiente para, con carácter general, entender la presencia de aticismos en la lengua de Galeno. Pero al mismo tiempo, nuestro autor no renuncia a un amplio bagaje procedente, además de toda la tradición de la literatura médica desde Hipócrates, de los más prístinos antecedentes de la literatura clásica que explican su originalidad y su ya comentado alejamiento voluntario del aticismo más purista. Creemos, en definitiva, que nos hallamos ante un tipo de lengua de altas pretensiones literarias que no deja de estar firmemente anclada en el tipo común, una suerte de literarische Koiné diferenciada de la mündliche Koiné.

La tercera de las investigaciones corre a cargo de Amneris Roselli, de la Universidad de Nápoles “L’Orientale”, con “L’ambiguitá dei testi scritti: il De Captionibus e I Commenti Ippocratici” (pp. 45-53), donde a través del análisis de textos seleccionados de estos dos tratados galénicos se intenta demostrar el interés de Galeno por las consecuencias de la ambigüedad en el lenguaje escrito.

El cuarto de los trabajos corresponde a Pilar Boned Colera, de la Universidad Complutense de Madrid, con “Teorías sobre la reproducción: consideraciones acerca del contenido y la composición del De semine de Galeno” (pp. 57-62), donde observamos cómo Galeno procede en general de forma ordenada en la exposición de los hechos, haciendo sucesivas divisiones numéricas de lo que va a tratar, utilizando una serie de verbos para continuar, retomar y avanzar en el discurso, que sirven además de marcadores o indicadores de cambio de sujeto, objeto o tema a tratar. Como hemos podido apreciar, todo el discurso de Galeno se caracteriza por la hábil y esmerada utilización de una serie de recursos estilísticos, que comparte con otros autores del mismo periodo, principalmente Luciano y Plutarco, como ejemplos de autores literarios que aunque no se dediquen, en general, a temas técnicos como la medicina, comparten el gusto por la prosa retórica del siglo II d. C.

El quinto de los trabajos lo lleva a cabo Dolores Lara Nava, del Instituto de Filología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Madrid, con “Estudio formal del tratado Sobre las diferencias de los síntomas” (pp. 63-76), en donde ofrece un análisis acerca de la composición de un tratado de patología médica del siglo II d. C., y muy especialmente, sobre los principales elementos formales de estructuración utilizados por el autor. Lo que en una primera aproximación de mi análisis ha quedado patente es el afán por ordenar y estructurar el pensamiento y la materia del modo más comprensible para los destinatarios. En ello se han visto implicados contenido y forma, por lo que los elementos compositivos que se me han manifestado han sido de muy diversa índole: desde la estricta fórmula estereotipada, hasta los procedimientos más elaborados de divisiones y subdivisiones. Un prólogo prepara al oyente o lector, un núcleo que desarrolla el tema y la tesis, y un epílogo recapitula, recuerda y da consejos al médico.

El sexto de los estudios lo elabora Alessia Guardasole, de la Universidad de París IV, Sorbona, con “Galeno e i tragici greci” (pp. 77-92), donde la autora incide en el conocimiento de Galeno de las tragedias griegas, sobre todo cuando cita versos de Esquilo, Sófocles y Eurípides para explicar determinados pasajes hipocráticos. La investigación sistemática de las citas prueba que Galeno no tenía un conocimiento directo de la producción trágica, sino que conocía los textos a través de antologías y florilegios, especialmente de las tragedias de Eurípides.

La séptima de las investigaciones corresponde a Teun Tieleman, de la Universidad de Utrecht, con “Galen, De placitis books IV and V: questions, options and authorithies” (pp. 93-108), donde estudia la manera en la que Galeno define sus temas, distingue entre las opciones posibles y presenta las posiciones de una variedad de autoridades filosóficas, en especial Platón, Aristóteles y los estoicos Crisipo y Posidonio. Se analizan las citas de dichas autoridades y su significado en los contextos relevantes así como la forma en la que Galeno las emplea según sus propios intereses. Su método de composición se parece mucho al antiguo género del centón, en el que se utilizaban fórmulas y clichés fuera de su contexto original y al servicio de un plan preconcebido.

El octavo de los estudios lleva la firma de Manuel Cerezo Magán, de la Universidad de Lérida, con “Mitema poético frente a physis: el mito de los centauros en De usu partium de Galeno” (pp. 109-125), donde asistimos a un sistema estructurado de valor intemporal frente a otro, el logos de la ciencia, un mitema que se enfrenta en oposición binaria a otro mitema lógico: la naturaleza divina y creadora, que crea, más bien manufactura al hombre como un ser sabio, en nuestra manera de hablar, inteligente, ante lo que no es como ella. Las imperfecciones del centauro iluminan, por tanto, las ventajas del ser humano y de sus partes, y de paso, la sabiduría de la physis. El mito de los centauros actúa, pues, aquí, como una forma de comunicación, como un mensaje de lo esperpéntico y mal conformado frente a lo que es tal como debe ser. Galeno podía haber escogido otro ser mítico, pero en la lectura de la Pítica II de Píndaro encontró su mejor guía para su propósito.

El noveno de los trabajos es de Francisco Cortés Gabaudán, de la Universidad de Salamanca, con “Pervivencia actual del vocabulario médico de Galeno” (pp. 129-177), donde apreciamos la ausencia de evolución fonética propiamente dicha de los términos griegos que desde antiguo forman parte de nuestra lengua. A pesar de su importancia en volumen y calidad, los textos médicos griegos antiguos no atestiguan la totalidad de los términos médicos usados por médicos griegos. La exclusividad en el uso de una palabra por un autor permite afirmar qué autores fueron leídos y utilizados entre los médicos antiguos al margen de Galeno. Las deficiencias más notables en la etimología de las palabras médicas de origen griego del drae se subsanan oportunamente y se corrigen los errores relativos al valor semántico de la forma griega, tanto en su morfología como en su ortografía.

El décimo de los estudios está firmado por Françoise Skoda, de la Universidad de París IV, Sorbona, con “La reflexión de Galeno sobre el léxico griego y el interés que ofrece a la lingüística moderna” (pp. 179-190), donde la sabia francesa indica que las observaciones que le sugiere el estudio del signum y su relación con el designatum revelan una competencia que en muchos aspectos va más allá de una simple curiosidad intelectual. Muchas preguntas se hacen de una manera implícita y alusiva. Estas preguntan son buenas y pertinentes, dependen, sin ninguna duda, de la lingüística. Éstas son preocupaciones todavía difusas en la obra del médico de Pérgamo, que, sin teorizar sobre esos puntos, ha mostrado, sin embargo, un sentido lingüístico agudo. La formación de Galeno no es tal vez ajena a su competencia. Educado por un padre versado en el estudio de la gramática, Galeno elogia a los maestros de esta disciplina que, según él, aseguran la mejor educación. La práctica médica y la reflexión filosófica han permitido hacer el resto. Su gusto por la observación sólo podía incitarle a un examen de los nombres de una manera metódica y científica. El análisis filosófico ha debido favorecer sus interrogaciones sobre unos hechos lingüísticos fundamentales en la época moderna.

El undécimo de los trabajos corresponde a Véronique Boudon, de la Universidad de París IV, Sorbona, con “La notion d’ aeipatheia dans la pathologie de Galien” (pp. 191-202), donde la investigadora francesa trata un hápax en Galeno, concretamente el sustantivo aeipatheia que se registra seis veces en cuatro tratados galénicos, a saber, De temperamentis, De sanitate tuenda, De diebus decretoriis y Ars medica. Se estudia el significado de este concepto en la patología galénica, se establece la relación entre aeipatheia y apatheia en la representación de la salud en el corpus galénico y por último se propone situar el origen de tal término en la filosofía estoica, específicamente en Posidonio de Apamea.

La duodécima de las contribuciones tiene la firma de Ignacio Rodríguez Alfageme, de la Universidad Complutense de Madrid, con “Patología de la voz en Galeno” (pp. 203-222), donde el profesor leonés señala que a pesar de las diferencias que hemos encontrado en la concepción de la voz y sus trastornos en Galeno en muchas ocasiones resulta difícil separar lo que es propio del médico pergamense de aquello que pertenece a la doctrina hipocrática. Incluso se puede decir que dada la actitud de Galeno frente a ésta no tiene mucho sentido hacer tales distinciones. En parte tal circunstancia se debe a que muchos de los testimonios relacionados con la voz se encuentran en comentarios al Corpus Hippocraticum. Ello no quiere decir que los conocimientos de Galeno se limiten a lo que se localiza en dicho Corpus, sino que las coincidencias son más notables en lo que afecta a la fisiología de la voz en cuanto Galeno recurre a explicaciones basadas en la teoría de los humores y las diferencias se hacen más agudas en el ámbito de la anatomía.

El décimo tercer estudio lo elabora Jacques Jouanna, de la Universidad de París IV, Sorbona, con “Histoire du mot haimálops d’Hippocrate à Galien et à la médicine tardive: contribution à l’étude des dérives en -al- de la famille de haima et des termes techniques en -ops” (pp. 223-237), donde el investigador francés analiza a profundidad la formación de este término haimálops de la familia de haima y perteneciente al vocabulario médico. Se consideran todos los testimonios, incluidas las variantes manuscritas de dicho término y de sus derivados desde Hipócrates, pasando por Areteo de Capadocia, Dioscórides, el papiro de Oxirrinco 1088 hasta Galeno y los médicos tardíos Oribasio, Aecio y Paulo de Egina. El sentido antiguo de haimálops “sangre negra y coagulada” no tiene más unión con el vocabulario de la visión que otros términos médicos en -ops derivados de un humor hydrops. Posteriormente, el vocablo se ha relacionado también con un grupo de palabras en -ops que indican una patología del ojo y ha tomado el sentido de “ojo negro después de un golpe”. Sin embargo, el sentido antiguo del término no desaparece del todo y lo volvemos a encontrar en Paulo de Egina (siglo VII).

El décimo cuarto de los trabajos lo realiza Ivan Garofalo, de la Universidad de Siena, con “Variazioni dottrinali nell’ anatomía di Galeno” (pp. 239-243), donde se advierte que una de las características más notables de la obra de Galeno es su claridad; prueba de ello son sus propios escritos, que cuentan con un buen número de figuras de repetición con variedad de formas. Los ejemplos aducidos son cláusulas que se apegan a la línea de la tradición retórica en la Antigüedad.

El décimo quinto de los estudios corre a cargo del editor del libro, Juan Antonio López Férez, de la Universidad Nacional de Educación a Distancia de Madrid, con “Algunos términos retóricos en Galeno” (pp. 245-274), donde el autor, entre los muchos vocablos retóricos en el médico pergamense, selecciona unos pocos. Siguiendo un orden alfabético, examina y pasa revista a doce términos retóricos. Se subraya el interés de Galeno por la terminología retórica así como el uso que hace de la misma. Un fenómeno en el que se centra bastante el editor es en la utilización de solecismos por variantes de grafías o por sustitución de un sustantivo por otro.

La décimo sexta de las colaboraciones pertenece a Germán Santana Henríquez, de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, con “Estudio semántico de los compuestos con el prefijo dys- en Galeno, especialmente en el tratado Sobre la composición de los medicamentos según los lugares” (pp. 275-293), donde se pone en práctica el método semántico de la Sprachinhaltforschung o investigación del contenido lingüístico, aplicado en las cuatro fases o niveles de la investigación lingüística referidos a la forma (Gestalt), al contenido (Inhalt), la producción rendimiento (Leistung) y la función efecto (Wirkung), completando el análisis de los compuestos con dys- con ideas procedentes de la lexemática de E. Coseriu, en uno de los tres tratados de carácter farmacológico del pergamense, a saber, Sobre la composición de los medicamentos según los lugares.

El décimo séptimo de los estudios corresponde a María del Carmen García de Sola, de la Universidad de Granada, con “Galeno. La odontoestomatología. Avance y retroceso” (pp. 295-313), donde la investigadora granadina a partir de los tratados de Galeno reconstruye la historia de la odontoestomatología, tanto en sus avances como en sus retrocesos. Presta especial atención a la terminología específica, en aspectos relativos a la patología oral: la saliva, la enfermedad periodontal, las aftas, la noma y la hemodia.

El décimo octavo de los trabajos tiene la firma de Luis Miguel Pino Campos, de la Universidad de La Laguna, con “Apuntes en torno a la esfigmología galénica. La Sinopsis” (pp. 315-342), donde se expone una síntesis de la historiografía esfígmica partiendo del estudio de Otto Schadewaldt de 1866. Igualmente ofrece una completa guía de tratados antiguos, medievales y modernos sobre el pulso. La parte final del capítulo se detiene en un breve comentario del tratado galénico Sinopsis de los pulsos y del anuncio de la primera traducción a lengua moderna de dicha obra a cargo del profesor lagunero.

El décimo noveno de los estudios corresponde a José Miguel García Ruiz, del IES Isabel la Católica de Madrid, con “El estilo en el Comentario a la dieta sana de Galeno” (pp. 345-348), donde el autor indica que la claridad de expresión o saphéneia se manifiesta también en su comentario Sobre la dieta sana. Este comentario de Galeno emplea dentro de los tropos principalmente la litote. Las figuras de la dicción acumulativa y las de pensamiento son las más representadas en el texto. El resultado alcanzado por el médico pergamense se concreta en una expresión equilibrada al servicio de la pretensión platónica de realizar una crítica de toda la doxa u opinión presente en el discurso, en este caso en el texto de Hipócrates. El estilo así entendido comporta un empleo sistemático de los recursos retóricos: son numerosos los pasajes de la obra que ilustran simultáneamente varias de las figuras de estilo señaladas.

El vigésimo trabajo lleva la rúbrica de Elsa García Novo, de la Universidad Complutense de Madrid, con “Tiempo, descripción y narración en el tratado de Galeno De inaequali intemperie” (pp. 349-367), que concluye señalando que Galeno escribía un texto en scriptio continua, desde luego no separaba sus obras en capítulos, y, claro es, tampoco su lector contemporáneo tenía estas ayudas. Por lo tanto, el autor tenía que incluir en el propio mensaje todo lo necesario para su intelección. Cada pasaje de un tratado incluye referencias a lo anterior y a lo siguiente, en cada parte está el todo. El escritor tiene que construir el texto como si su lector fuera a oírlo, con la misma claridad de estructura que permite a la audiencia de un orador seguir los argumentos que éste expone, y de los que trata de convencer. La repetición de palabras que se ha criticado en Galeno no es en modo alguno reprobable. Suena ajena a nuestra forma de escribir, porque nosotros tenemos otras maneras de señalar los temas y los conceptos, en nuestros textos rigurosamente divididos y subdivididos en apartados. Pero este autor antiguo no usaba nuestros recursos; disponía sólo de la lengua para hacer llegar el mensaje a su público.

El vigésimo primero de los estudios fue elaborado por Santiago Rubio-Fernaz, de la Universidad de San Diego, California, con “Ironía y burla: el humor ácido de Galeno” (pp. 369-385), donde indica que entre las estrategias retóricas que utiliza el pergamense para refutar y criticar a otros escritores médicos figura el humor sarcástico. A menudo hace uso de un lenguaje irónico y desdeñoso de lo que para él son juicios y prácticas erróneas de otros médicos, condenando de esta manera su integridad intelectual. Las dos técnicas argumentativas de este humor ácido son la ironía y la burla mediante un lenguaje invectivo que ataca las capacidades intelectivas de sus rivales. Su humor se expresa a partir del abuso verbal y de los símiles disparatados. Este ataque personal en el debate científico contribuye decisivamente a rehacer el estilo crítico de Galeno como un lenguaje agonístico que transforma sus escritos polémicos en moneda de cambio común entre las disputas y demostraciones en las que a menudo suele participar.

El vigésimo segundo y último de los trabajos corresponde a Anna Maria Ieraci Bio, de la Universidad de Nápoles Federico II, con “Astrologia e Medicina nella polemica fra Manuele I Comneno e Michele Glica” (pp. 389-400), donde la autora indica que en el siglo XII se produce en Bizancio un enorme debate entre el emperador Manuel I Comneno y el teólogo Miguel Glykas sobre la compatibilidad de la Astrología con la Ortodoxia. Para legitimar la Astrología el emperador señala a la ciencia médica y su permisividad con ésta. El análisis de este enfrentamiento arroja nueva luz sobre la vida cultural de estos momentos tan convulsos de la Edad Media.

Esta décimo quinta entrega de la colección Estudios de Filología Griega (EFG) reproduce en la portada a tres de los médicos más famosos de la historia: Hipócrates, Galeno y Avicena en el tomo tercero de las obras de Galeno, editada en 1528 por Joannes Rivirius en Lyon, que se encuentra actualmente en la National Library of Medicine, Bethesda, en Maryland, USA. Esta obra conjunta, sabiamente ordenada y editada por Juan Antonio López Férez, cumple con los mayores estándares de calidad y viabilidad científica, proporcionando un conocimiento profundo y especializado del polígrafo de Pérgamo.