Pedro Montengón, jesuita y literato alicantino del siglo XVIII: su impronta clásica

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Manuel Cerezo Magán

Resumen

Pedro Montengón fue un jesuita alicantino, que no llegó a cumplir las últimas órdenes sacerdotales y que se vio sorprendido por la expulsión de la Compañía de Jesús de España. Ese infausto acontecimiento fue motor y acicate de su afán de escribir utilizando para ello toda su formación humanística anterior. Ésta se transfiere constantemente a sus novelas y a su obra poética, en especial a su atracción por la filosofía estoica. Traduce a Sófocles, si bien la obra de éste que más impacto profundo produce en él es Filoctetes, tanto por el hecho de que es el alma viva de la apercepción estoica de la vida, como porque constituye un trasfondo vital de los acontecimientos que le tocó vivir; sobre todo, se refiere a la idea de que hay que estar preparado —como Filoctetes, mediante el aprendizaje de un oficio— para un cambio de fortuna, hecho que sería representado por el arco y las flechas que dicho personaje utiliza en su desgraciada vida en la isla de Lemnos.