Una nueva lectura de una de las más antiguas cartas cristianas fuera del Nuevo Testamento y los peligros para las primitivas comunidades cristianas en Egipto

Contenido principal del artículo

Ilaria L. E. Ramelli

Resumen

La carta de Amonio a Apolonio, conservada en un papiro de Oxirrinco que se puede datar hacia finales del siglo i o inicios del siglo ii d. C., presenta un trazo horizontal encima de la X del xaipein inicial, que es la marca de un nomen sacrum que, junto con muchas otras claves de esta epistolê kekhiasmenê, apunta al carácter cristiano tanto del escritor como del destinatario. En este nuevo marco, muchos detalles de la carta se vuelven inteligibles y el documento entero, con un énfasis en la necesidad de un comportamiento circunspecto y en el uso de un código comunicativo críptico, da testimonio de la situación crítica de las comunidades cristianas de aquellos días, cuando el cristianismo era una superstitio illicita y los

cristianos tenían que tratar de no ser denunciados. Propongo un análisis de la carta bajo esta luz: muchos aspectos de su lenguaje, de sus elecciones léxicas y de su retórica resultan reveladores. La nueva lectura cristiana de esta carta nos permite recuperar una de las más antiguas cartas cristianas conocidas y proporciona una documentación preciosa sobre el nacimiento del cristianismo en Egipto, quizá en la misma Alejandría, de la que proviene también el “Evangelio secreto de Marcos”.