Una de las disciplinas que se ha ocupado de teorizar y cultivar el multiangular y complejo ámbito de la interpretación es la hermenéutica. De ahí que en esta ocasión los investigadores Mauricio Beuchot y Alberto Vital, del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, presenten este Manual de hermenéutica, en el cual conoceremos los orígenes, desarrollos, praxis y complejidades que la conforman, en una estrecha conexión interdisciplinaria.
El libro se compone de una introducción y 13 capítulos que, a lo largo de 266 páginas, nos ofrecen una panorámica general y actualizada acerca de los temas indispensables para un adecuado conocimiento de la hermenéutica. Los primeros seis capítulos se orientan a señalar y explicar los elementos sistemáticos y teóricos que configuran la hermenéutica y, los capítulos restantes, a la aplicación de tales elementos en núcleos humanos concretos.
Los dos primeros capítulos están a cargo de Mauricio Beuchot. En el primero, sobre los “Conceptos fundamentales de la hermenéutica”, sitúa a la hermenéutica conforme a su función originaria, como un arte o técnica de la interpretación propia de la exégesis y la crítica literaria en el quehacer filológico, hasta constituirse, más tarde, como una auténtica corriente filosófica. Así, apunta Beuchot que: “Lo que la hermenéutica enseña a interpretar, esto es, a comprender, son los textos”, que pueden ser escritos, hablados e incluso de otro tipo, como un poema, una pintura y una pieza de teatro (12). A lo largo de la exposición el autor ofrece una reflexión puntual sobre conceptos primordiales de la disciplina, así como tesis que se han establecido en su práctica. En el segundo capítulo, titulado “Rasgos de la historia de la hermenéutica”, Beuchot realiza una ilustrativa exploración diacrónica de la hermenéutica, como una disciplina que ha estado vigente en distintos momentos del desarrollo humano, desde la Antigüedad, la Edad Media y la Modernidad, hasta la Época Contemporánea. Así, muestra cómo la hermenéutica ha evolucionado a través de las aportaciones de personajes como Platón, Aristóteles, santo Tomás de Aquino, Nietzsche, Heidegger, Gadamer, entre otros.
En el capítulo tercero, sobre “Hermenéuticas prefilosóficas, presocráticas y socrática en los diálogos de Platón”, Víctor Hugo Méndez Aguirre se da a la tarea de presentarnos los orígenes de la hermenéutica filosófica en Occidente, desde la fecundidad reflexiva de las hermenéuticas griegas primitivas. Se trata de un capítulo central, a través del cual nos vamos acercando al pensamiento, valoración y asimilación de los clásicos sobre lo que engloba el interpretar.
El cuarto capítulo, que lleva por título “En la encrucijada: discusiones sobre la justicia en algunas interpretaciones narrativas de la literatura rabínica”, al cuidado de Silvana Rabinovich, ofrece una presentación y explicación sobre un modelo hermenéutico que parte de Oriente y amplía la panorámica de cuanto entra en juego al hablar del mundo de la interpretación con un producto literario que podría no resultar tan accesible o conocido.
El quinto capítulo, relativo a “Los conceptos de interpretación, interpretación no adecuada, subinterpretación y sobreinterpretación”, de Alberto Vital y Alfredo Barrios, se ocupa de exponer estos conceptos por medio de ejemplos recabados del cine, el teatro y la literatura. A partir de una definición puntual de cada una de estas nociones, los autores se esfuerzan en mostrar cómo estas se pueden advertir en diversas obras de ficción, como las películas Ratatouille, Pedro Páramo, Rayuela, etc., con lo cual se puede apreciar “que el trabajo hermenéutico es parte de la cotidianidad de todo el mundo y que en todas las esferas sociales y culturales hay aciertos y equívocos” (91).
En el sexto y último capítulo teórico, concerniente a la “Hermenéutica de la metáfora icónica: metáfora pierceana reexaminada”, la investigadora Shekoufeh Mohammadi se acerca a un asunto complicado y polémico: la interpretación de la metáfora. Si bien, la metáfora es un tema que ha tenido diversas teorizaciones, el ícono metafórico de Pierce, desde el que parte la autora, va más allá de una aproximación tradicional. Así, escribe Mohammadi: “el ícono metafórico pierciano lleva el concepto de metáfora más allá de las metáforas lingüísticas y literarias y ni siquiera se circunscribe a la ‘metáfora convencional’ de la que habla la teoría cognitivista” (93). A fin de ampliar la comprensión del concepto, ofrece un examen minucioso sobre esta categoría, en cuanto a su estructura y funcionamiento.
En el ámbito práctico, el séptimo capítulo acerca de las “Intersecciones. Historia y hermenéutica”, que realiza Raúl Buendía Chavarría, se propone no solo destacar la importancia y la tarea de la historia y su deliberación, sino también apuntar la pertinencia de situar el texto historiográfico a la luz de un ejercicio hermenéutico.
El octavo capítulo, “Hermenéutica y derecho”, de Napoleón Conde Gaxiola, se encarga de abordar la dimensión jurídica del hombre desde un ángulo propiamente interpretativo o hermenéutico. Dicho de otro modo, va más allá de una concepción estricta o reducida del derecho asociado solo a un corpus escritural de leyes, normas, reglas y decretos. Y, sobre todo, esboza cómo la conjunción entre hermenéutica y derecho podría afrontar y solucionar con acierto las diversas complejidades usuales en la labor jurídica.
En el noveno capítulo, “Conocimiento y representación. Intersecciones entre semiótica y hermenéutica”, Israel Chávez plantea una pregunta compleja a partir de la cual articula su estudio: ¿cómo conoce el hombre la realidad que lo rodea? El estudioso no se permite obviar nociones fundamentales, tales como conocimiento, representación, realidad dependiente y realidad independiente de la mente. Centra el interés de su estudio en “la interpretación de lo real, pero sobre todo delimitar en qué modo se puede hablar de interpretación de la realidad” (191).
El décimo capítulo, sobre “Hermenéutica, pragmática y análisis del discurso”, de Juan Nadal Palazón, constituye una aguda revisión de los conceptos y campos de acción de tres disciplinas, entre las cuales existen afinidades, pero también aspectos que las distinguen. Al mismo tiempo y con fuentes de respaldo, pone en duda los juicios que, no pocas veces, tildaban a estas disciplinas y sus contextos como “no claramente diferenciables y hasta inconexos e irreconciliables” (195).
El siguiente capítulo, referente a la “Hermenéutica analógica”, a cargo de Mauricio Beuchot, discute una aproximación teórica de la que él mismo es artífice y que ha comportado una nueva y fecunda aportación filosófica en la esfera de la interpretación. Es sin duda un apartado esencial, donde el autor presenta la importancia de la aplicación de su estudio en la interpretación de textos, soslayando el absolutismo y relativismo excesivos, propios de las hermenéuticas unívocas y equívocas, respectivamente; con miras a una hermenéutica analógica que “trata de conservarse en el medio, en la mediación” y que “se esfuerza por hacer una interpretación abierta, pero seria” (224).
El capítulo 12, sobre la “Hermenéutica analógica y traducción. Interpretación icónica del Tratado de las supersticiones de Hernando Ruiz de Alarcón”, de Issa Alberto Corona Miranda, corresponde a un ejercicio que tiene que ver con la translación no solo de una lengua a otra, sino también de una cultura a otra. Un estudio enmarcado dentro del entorno de la traducción de los textos indígenas y, por ende, de importancia interpretativa.
El último capítulo, denominado “Tejiendo género: una propuesta desde la hermenéutica analógica”, escrito por Eugenia Michelle González, tiene como finalidad aproximarse y delimitar la noción de género para articularla con la hermenéutica analógica, considerando la necesidad de tomar conciencia y responsabilizarse sobre la situación crítica que envuelve a este tema.
En suma, el Manual de hermenéutica es, sin duda, un libro completo, serio y riguroso que conjunta la teoría y la práctica en el campo de la interpretación, y que constituye, a su vez, una oportunidad idónea para profundizar nuestro conocimiento sobre esta disciplina, o bien para aproximarnos a sus orígenes, intereses, teoría y aplicaciones.