*Diana del Ángel. Candidata a Doctora en Letras (UNAM) con la tesis
En la presentación, los coordinadores dicen que el grupo de trabajo, articulado en torno al proyecto “Filosofía y psicoanálisis como fronteras críticas de lo político”, tenía como objetivo “estudiar cómo el psicoanálisis freudiano fue central en el pensamiento filosófico del siglo xx para formular una crítica de la cultura” (7). El 26 de septiembre de 2014 ocurrió la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, Raúl Isidro Burgos, y la ejecución de seis personas, entre ellas, tres normalistas. El hecho, que conmovió a muchos mexicanos en los últimos meses de 2014, también trastocó los objetivos iniciales de este seminario, cuyos integrantes optaron por plantearse la pregunta: “¿cómo pensar los acontecimientos de Ayotzinapa desde las fronteras entre el psicoanálisis y la filosofía política?” (8). Así, este libro es la respuesta, no concluyente, sino abierta, ante esa interrogante que resonó en cada uno de los integrantes de ese cuerpo colegiado.
Dejarse tocar por otro es ponerse en juego a sí mismo: rasgar los límites. Acercarse con el pensamiento a un evento cuya única certeza es la ausencia, sumada a las miles de desapariciones ocurridas desde que fue declarada la “guerra contra el narco”, implica una apuesta por la pluralidad y el pensamiento crítico, que no debieran separarse de la práctica académica. En el prólogo a
En el primer artículo de
En el segundo artículo, “Entre la memoria y la justicia: Ricoeur y el relato testimonial”, Greta Rivara Kamaji apunta las implicaciones documentales y judiciales del testimonio. “Cuando se demanda la aparición con vida de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos, se solicita su testimonio para saber qué pasó ahí. [...] Son necesarios sus testimonios para hacer justicia” (60), para reescribir la “verdad histórica”. Lo cual implicaría justicia no solo para ellos sino para el resto de la sociedad. La verdad es un derecho.
Griselda Gutiérrez Castañeda, en
Por su parte, Juan José Abud Jaso, en “La masacre de Iguala: falta y pulsión de muerte”, aborda un tema tabú en la sociedad mexicana: el racismo. Lo cual explica la percepción negativa y cruel que un sector de la sociedad mexicana sentía hacia los estudiantes normalistas, algunos de ellos indígenas, todos pobres, hijos de campesinos.
“Ayotzinapa. Locas y fantasmas. Duelo y melancolía”, de Laura Echavarría Canto, parte del psicoanálisis para explicar la dificultad de completar un duelo. En el caso de los desaparecidos: se vuelven como fantasmas. La autora se remonta a la guerra sucia en México, en la que Rosario Ibarra de Piedra y muchas otras madres se convirtieron en las
En “¿Cuánto vale esa vida? El caso Ayotzinapa y el fenómeno de la cosificación”, Mariana Hernández Urías despliega categorías analíticas de Butler y Lukács para exponer cómo ocurre el proceso de la cosificación y cuál es la relación de los estudiantes y el discurso universitario en ello. La autora plantea que en el mercado laboral neoliberal el proyecto de las escuelas normales rurales es una anomalía, pues su propósito no es formar maestros que se inserten en el mercado laboral; por ello las vidas de los estudiantes normalistas
Mariflor Aguilar Rivero, en “Informar mata: Construcción social de la autodevaluación y el heroísmo”, compara la figura de Antígona con los normalistas y con
todos aquellos que aún se atreven a ejercer sus derechos y cuestionar y criticar la injusticia social son héroes en el triple sentido de oponerse a la fuerza del poder, de buscar salir de los roles asignados de marginados y excluidos y, todo esto, a la luz de la heroicidad trágica de encontrar la autenticidad anticipando su propia muerte (156).
“Decir el acontecimiento: Ayotzinapa”, de Homero Vázquez Carmona, plantea la imposibilidad de decir el acontecimiento en términos derridianos, pero también la urgencia de reescribir, reinterpretar, la construcción discursiva en torno a los hechos. El autor no propone en ningún momento construir un discurso en favor de uno u otro actor; apela, por el contrario, a la ecuanimidad.
El último de los artículos, “Ayotzinapa: verdad y duelo”, de Rosaura Martínez Ruiz, aborda nuevamente el complejo tema del duelo. La autora define la verdad como “lo opuesto al engaño” (180), dada la peligrosidad de hacer historia y política basados en el engaño. Martínez Ruiz propone que el pepenador de la historia -concepto tomado de la filósofa Ana María Martínez de la Escalera- y el psicoanalista son los encargados de recolectar “los signos olvidados”, “las huellas” y, no menos importante, de darles sentido. La única forma de hacer historia honesta es hacerla democráticamente; por ello, la autora desde el comienzo de su texto llama a discutir, en el sentido más constructivo del término, sobre la búsqueda de justicia, manteniendo como principios la tensión y la oposición.
Algunos autores plantean abiertamente, de otros se deduce, que uno de los motivos de este esfuerzo tiene que ver con una dimensión restaurativa. En el proyecto inicial se planteaba abordar categorías psicoanalíticas y filosóficas, en buena medida procedentes de pensadores europeos, si bien, algunos, artífices de un pensamiento descentrado. La lectura de estos artículos revela las limitaciones para pensar un hecho concretamente mexicano -de raigambre latinoamericana- con herramientas ajenas a este tipo de horror. Ello no supone una carencia en el libro; antes bien subraya la urgencia con que los autores -profesores y académicos universitarios- se dieron a la tarea de pensar la figura del desaparecido. Así como los ilustradores se apresuraron a dibujar, los escritores a escribir, los periodistas a documentar, los cineastas a filmar, los nadie a gritar, los todos a exigir justicia. Lo importante es no dejar espacio al silencio ominoso, al olvido ciego. Muchos nos dejamos tocar por la herida Ayotzinapa; ello implicó dolor y enojo, pero también alegría de sabernos juntos. De ese tiento surgieron las marchas, el llanto, las palabras, los rostros pintados, las esculturas, las palabras pequeñas, las mantas, la escucha, los libros, las colectas, los videos, las notas de prensa, las palabras pequeñas juntas, música. Estos pensamientos también acontecieron ahí.